Los precios del litio y el níquel, materiales clave utilizados en las baterías que alimentan los vehículos eléctricos, se han disparado debido a las sanciones occidentales impuestas a Rusia tras su invasión de Ucrania.

Esto, a su vez, se ha sumado a las interrupciones en la cadena de suministro, que han afectado a la industria desde el estallido de la pandemia.

Rivian espera que estos retos se prolonguen hasta 2022.

"El reciente repunte de las materias primas básicas plantea serios problemas con la economía (de los vehículos eléctricos de batería)", dijo el analista de Wells Fargo Colin Langan, al tiempo que destacó el aumento del 130% en los precios del níquel y un incremento del 16% al 88% en los precios del cobalto, el litio y el aluminio este año.

Las acciones de Rivian han perdido casi la mitad de su valor desde su exitosa oferta pública inicial en noviembre y alcanzaron nuevos mínimos de 36,3 dólares el viernes.

Al menos seis corredurías, incluida Piper Sandler, recortaron sus objetivos de precios sobre la acción. Sin embargo, Piper, que tiene una calificación de "sobreponderar", dijo que las limitaciones de la cadena de suministro son temporales y podrían no ser una razón suficientemente grande para vender las acciones.

El consejero delegado de Rivian, R.J. Scaringe, dijo que la empresa estaba desarrollando una cartera de soluciones de baterías, incluida la química de fosfato de hierro y litio (LFP), para protegerse de la subida de los precios del níquel.