Rugby Resources Ltd. anunció que han comenzado los trabajos en el proyecto de óxido de hierro-cobre-oro Mantau, en el Cinturón Metalogénico-Costero, cerca de Antofagasta, en el norte de Chile. Este prolífico "Cinturón Minero" tiene una larga historia minera y alberga importantes yacimientos de cobre vinculados genética y espacialmente al Sistema de Fallas de Atacama.

En el distrito existen yacimientos de cobre-plata de tipo manto, pórfidos de cobre e IOCG, siendo Mantos Blancos y Antucoya las minas activas a gran escala más cercanas. El geólogo chileno local de Rugby realizó recientemente una visita al emplazamiento para facilitar la planificación de un estudio magnético con drones. Un programa detallado de muestreo de rocas seguirá al estudio con drones para evaluar los objetivos existentes de cobre y oro identificados por programas de reconocimiento anteriores. Está previsto realizar un muestreo geoquímico sistemático del suelo mientras se ultiman las rutas de acceso a los objetivos de perforación existentes de alta prioridad.

El proyecto Mantau de Rugby abarca 4.500 hectáreas. Está situado a 70 km al noreste de la capital regional, Antofagasta, y a 40 km al norte de la mina Mantos Blancos. La topografía es ondulada a moderadamente escarpada con elevaciones que van desde los 1.200 metros hasta un máximo de 1.680 m. Mantau es muy accesible tanto por carreteras asfaltadas como por caminos de grava de buena calidad.

La exploración puede realizarse durante todo el año. El proyecto de Mantau está dominado por tobas triásicas sobreimpresas por el Sistema de Fallas de Atacama. La presencia generalizada de hematita especular y albita en menor cantidad se considera indicativa de un posible sistema de IOCG.

La mayor parte de la zona está cubierta por regolito mezclado con caliche. Existen antiguas explotaciones mineras artesanales que proporcionaron muestras seleccionadas con un valor de hasta 16,7% de cobre y 5,91 g/t de oro en un programa de reconocimiento anterior. La empresa está en conversaciones con contratistas para la prospección magneto-radiométrica detallada con drones de las zonas de interés.

A este programa le seguirá la cartografía geológica y el muestreo geoquímico de los objetivos magnéticos delineados. El muestreo de rocas se centrará en los arroyos, los lavados y las excavaciones donde el lecho rocoso está más cerca de la superficie. Se espera que los objetivos favorables se sometan a pruebas de perforación en 2025.