LONDRES/ESSEN (dpa-AFX) - El grupo energético RWE se ha fijado objetivos más ambiciosos para la presente década. En los años 2024 a 2030 se invertirán 55.000 millones de euros netos en todo el mundo y se ampliará la cartera verde a más de 65 gigavatios (GW), según anunció el martes la compañía con sede en Essen en su Capital Markets Day en Londres. Se espera que las inversiones impulsen considerablemente el resultado operativo: a finales de la década, debería superar los 9.000 millones de euros. Y los accionistas también deberían llevarse su parte del pastel. La cotización de la acción subió considerablemente tras la noticia.

Como también anunció el Grupo, el dividendo aumentará entre un 5% y un 10% anual. Ya está previsto un aumento de 10 céntimos para el año que viene, a partir de los 1,00 euros por acción previstos actualmente para el ejercicio en curso. La distribución para 2023 está prevista desde hace tiempo por la dirección como límite inferior para los próximos años.

Poco antes del mediodía, la cotización de la acción en bolsa subió más de un 3,5% hasta alcanzar su máximo provisional de finales de agosto, en torno a los 40 euros. La acción cotizaba por última vez a 39,79 euros. Tras algunos altibajos, la acción ha reducido su descuento desde principios de año al 5 por ciento.

Basándose en el nivel de beneficios de 2021, el consejero delegado de RWE, Markus Krebber, espera un aumento medio anual de los beneficios ajustados antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (ber EBITDA) del 14%. En 2030, se espera que el beneficio de explotación alcance más de 9.000 millones de euros. Esto es bastante más de lo que esperaban los analistas. A modo de comparación, RWE prevé entre 6.400 y 7.000 millones de euros en su negocio principal para el año en curso, que será la única cifra clave relevante a partir de 2024 y excluye el negocio del carbón. El año que viene, sin embargo, habrá de momento un descenso:

La dirección espera un resultado operativo de 5.200 a 5.800 millones de euros para 2024. Se espera que el beneficio neto ajustado se sitúe entre 1.900 y 2.400 millones de euros, lo que también supone un descenso en comparación con los 2.800 a 3.300 millones de euros previstos para 2023. Para finales de la década, se espera que el beneficio neto ajustado alcance los 3.000 millones de euros.

Incluso antes del acontecimiento, los analistas esperaban que la empresa que cotiza en el DAX no pudiera mantener inicialmente el nivel de 2023 en los próximos años, sino que sólo volvería a alcanzarlo a medio plazo en su actividad diaria. Por el momento, la empresa con sede en Essen se beneficia, entre otras cosas, de la escasez de electricidad producida de forma sostenible y de las fluctuaciones de los mercados energéticos. Esto permite a RWE obtener mayores márgenes de las ventas a plazo de electricidad, por ejemplo.

Anteriormente, RWE se había fijado como objetivo un beneficio operativo de unos 5.000 millones de euros para 2030 y quería ampliar sus capacidades hasta 50 gigavatios. La mayor parte del nuevo objetivo de expansión de 65 GW corresponderá a proyectos de hidrógeno y energía solar. Por regiones, RWE proyecta la mayor parte de sus capacidades en Estados Unidos, seguido de Alemania y el Reino Unido. A finales de septiembre, el Grupo tenía una capacidad total de 35 gigavatios y otros 7,8 gigavatios en construcción.