El índice final de gestores de compras (PMI) de servicios del Reino Unido S&P Global/CIPS se situó en 55,2, ligeramente por debajo del máximo de un año alcanzado en abril (55,9) y representando un crecimiento marginalmente más rápido que la lectura provisional de 55,1 publicada el 23 de mayo.

La inflación de los costes de los insumos subió hasta el nivel más alto desde febrero y, aunque está muy por debajo de su máximo histórico de hace un año, sigue siendo más alta que antes de la pandemia del COVID-19. Es probable que esto refuerce la preocupación del Banco de Inglaterra de que la economía británica se enfrenta ahora a presiones inflacionistas persistentes.

"El aumento de los pagos salariales compensó con creces el descenso de los costes del combustible, lo que significó que la inflación general de los precios de los insumos aumentó", declaró Tim Moore, director económico de S&P Global Market Intelligence.

Las empresas estaban trasladando a los consumidores gran parte de los costes de personal y de materias primas como los alimentos. Sin embargo, algunos clientes se resistían a subir los precios, por lo que el aumento de los precios cobrados fue el segundo más pequeño desde agosto de 2021, dijo Moore.

El BoE está vigilando de cerca la forma en que las empresas fijan los salarios y los precios mientras intenta devolver la inflación de los precios al consumo a su objetivo del 2%, tras siete meses de inflación de dos dígitos.

Una encuesta separada del BoE realizada a empresas la semana pasada mostró que las expectativas para los precios de venta y los salarios en los próximos 12 meses bajaron en mayo, aunque sus predicciones para la inflación subieron.

S&P Global señaló que el empleo aumentó por quinto mes consecutivo en mayo y que la mejora de la disponibilidad de personal ayudó a las empresas a cubrir vacantes, aunque la tasa de creación de empleo fue mucho más suave que la media observada en 2022.

El optimismo empresarial para el año que viene fue el segundo más fuerte desde marzo del año pasado, con un 50% de las empresas que esperan que la actividad crezca frente a un 10% que prevé un descenso.

El PMI compuesto, que combina la encuesta de servicios con el moderado PMI manufacturero de la semana pasada, cayó a 54,0 en mayo desde el máximo de un año de 54,9 alcanzado en abril.