En septiembre, el departamento pidió a los fabricantes de chips semiconductores y a otras empresas de la cadena de suministro que presentaran voluntariamente los datos en medio de una escasez de chips que ha reducido la producción de automóviles en todo el mundo.

El departamento ha dicho que ha recibido la cooperación, pero aún no ha dado a conocer los detalles. Los fabricantes de automóviles y de chips han advertido que la escasez de suministros podría durar hasta al menos 2023.

El lunes, el Departamento de Comercio solicitó información sobre la planificación de posibles programas para incentivar la inversión gubernamental en la fabricación e investigación de semiconductores.

"Estados Unidos se enfrenta tanto a una escasez inmediata de suministro que está haciendo subir los precios como a una amenaza a largo plazo para la seguridad económica y nacional de Estados Unidos si no aumentamos el suministro nacional de chips", dijo el lunes la secretaria de Comercio, Gina Raimondo.

Stellantis, la empresa matriz de Chrysler, dijo el viernes que iba a detener la producción esta semana en su planta de ensamblaje de Windsor, en Ontario, donde construye monovolúmenes, debido a la escasez de chips.

Se espera que los demócratas de la Cámara de Representantes presenten esta misma semana una legislación destinada a aumentar la competitividad de Estados Unidos frente a China y a gastar 52.000 millones de dólares en la producción e investigación de semiconductores, según dijeron fuentes a Reuters, después de que el Senado aprobara la financiación en junio.

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, dijo la semana pasada que el proyecto de ley llegaría "pronto" y se espera una votación en el pleno de la Cámara en febrero, dijeron las fuentes.

Biden ha estado presionando al Congreso para que apruebe más fondos para impulsar la producción de chips en Estados Unidos, ya que la escasez de los componentes clave utilizados en automóviles y ordenadores ha agravado los cuellos de botella en la cadena de suministro.

El viernes, Intel anunció que planea invertir 20.000 millones de dólares y construir dos nuevas plantas de chips en Ohio, mientras que Samsung Electronics eligió en noviembre Taylor, Texas, para una nueva planta de 17.000 millones de dólares para fabricar chips avanzados.