Gracias a sus bajos costes laborales, la mejora de sus infraestructuras y el creciente acceso al libre comercio, Vietnam se ha convertido en un centro de fabricación regional para los fabricantes mundiales de productos electrónicos, a los que ha ofrecido tipos impositivos atractivos.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico está pastoreando lo que a partir del año que viene será la mayor revisión de los impuestos transfronterizos en una generación, con 140 países firmantes del plan, que busca un tipo mínimo global del impuesto de sociedades del 15%.

Las normas permitirían a los gobiernos aplicar un impuesto complementario a ese nivel sobre cualquier beneficio contabilizado en un país con un tipo inferior.

El impuesto de sociedades de Vietnam está fijado en el 20%, pero puede ofrecer un tipo tan bajo como el 5%, así como largos periodos de gracia en "casos especiales" para atraer a los inversores extranjeros.

"El banco central cooperará estrechamente con el Ministerio de Finanzas y el grupo de trabajo para elaborar políticas y medidas de apoyo que atraigan la inversión extranjera sin dejar de cumplir sus compromisos internacionales", declaró el Banco Estatal de Vietnam en un comunicado.

Entre los beneficiarios de los incentivos de Vietnam se encuentra Samsung Electronics, su mayor inversor extranjero individual, que emplea a 160.000 personas a nivel local.

El vicegobernador del banco central, Pham Thanh Ha, se reunió el martes con el director ejecutivo de Samsung Vietnam, Choi Joo Ho, para discutir las nuevas normas fiscales, según el comunicado del SBV.

Choi presentó "algunas medidas para que Vietnam mantenga la competitividad de su entorno de inversión", dijo, sin dar más detalles.