La startup británica de tecnología de conducción autónoma Wayve dijo el martes que ha recaudado 1.050 millones de dólares en una ronda de financiación liderada por SoftBank Group para acelerar el desarrollo y el lanzamiento en vehículos modelo de producción de su tecnología Embodied AI, que puede aprender del comportamiento humano y adaptarse a él.

Nvidia también contribuyó en la ronda de financiación de serie C como nuevo inversor, al igual que el inversor existente Microsoft .

La última financiación eleva el total de fondos recaudados por Wayve a algo más de 1.300 millones de dólares y supone la mayor inversión hasta la fecha en una startup británica centrada en la tecnología de inteligencia artificial.

En un comunicado, el primer ministro británico, Rishi Sunak, elogió la ronda de financiación como "un testimonio de nuestro liderazgo en esta industria, y de que nuestro plan para la economía (del Reino Unido) está funcionando."

Fundada en 2017, la tecnología de conducción autónoma de Wayve utiliza IA que, según la startup, permitirá a los vehículos "navegar por situaciones que no siguen patrones o reglas estrictas, como acciones inesperadas de conductores, peatones o elementos del entorno."

"Esto permitirá a los fabricantes de automóviles y a las flotas acelerar su transición de la conducción asistida a la autónoma", declaró a Reuters Alex Kendall, consejero delegado de Wayve.

La tecnología de la startup está integrada actualmente en seis plataformas de vehículos diferentes, incluidos vehículos eléctricos como el Jaguar I-PACE y el Ford Mustang MachE, como parte de los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS), dijo Kendall. A medida que avance la tecnología de conducción autónoma, la IA de Wayve se mejorará mediante actualizaciones de software por aire.

El problema al que se enfrentan las startups de robotaxi y otras empresas de conducción autónoma es que desarrollar vehículos que realmente puedan conducirse solos ha resultado más difícil de lo que se imaginaba en un principio.

Uno de los principales retos es que los sistemas de software de autoconducción simplemente han carecido de la capacidad humana para predecir y evaluar el riesgo con rapidez, especialmente cuando se encuentran con incidentes inesperados o "casos límite".

A medida que se ha ido haciendo evidente la magnitud de ese reto, las grandes inversiones en empresas emergentes de conducción autónoma como Wayve son cada vez más escasas.

El presidente de Wayve, Erez Dagan, dijo a Reuters que la tecnología de la empresa está "construida para generalizar sus conocimientos de conducción de un escenario a otro... porque es casi imposible imaginar todas las situaciones que un coche autónomo necesita manejar con fiabilidad".

"Aprovechando la potencia bruta de la IA, podemos construir un sistema de IA incorporada que ha aprendido de los datos sintéticos y del mundo real cómo manejar los casos límite a un ritmo que supera la programación humana", añadió. (Reportaje de Nick Carey en Londres Edición de Matthew Lewis)