Tres sindicatos que representan a los trabajadores del sector papelero, al personal directivo y a los electricistas habían advertido previamente que irían a la huelga si no se alcanzaba un nuevo acuerdo sobre los salarios y las condiciones de trabajo antes de que finalizara el acuerdo anterior el 31 de diciembre.

UPM renunció a la negociación colectiva hace un año junto con otros empresarios forestales, alegando que la industria quiere mejorar la rentabilidad buscando formas alternativas de acordar los salarios y las condiciones de trabajo.

Mientras que los trabajadores han exigido a UPM que firme un convenio laboral para toda la empresa, ésta ha impulsado acuerdos específicos para cada negocio y los ha firmado con sus divisiones de contrachapado y madera.

Los trabajadores de los negocios de pulpa, papel y biocombustibles de UPM han dicho que UPM quiere dictar nuevas condiciones en lugar de negociar, han declarado los tres sindicatos.

La huelga terminará el 22 de enero a menos que se llegue a un acuerdo antes, dijeron previamente los sindicatos en declaraciones separadas.

El analista de Inderes, Antti Viljakainen, dijo anteriormente a Reuters que UPM podría esperar que el coste fuera al menos dos veces mayor que los 30 millones de euros (34 millones de dólares) causados por una huelga anterior en 2020.

El rival de UPM, Stora Enso, ha firmado un acuerdo para toda la empresa con los sindicatos de trabajadores.

(1 dólar = 0,8797 euros)