Actor estratégico en el desarrollo de nuevas tecnologías de inteligencia artificial, TSMC prevé un crecimiento de al menos el 50% anual en su producción de procesadores dedicados a aplicaciones de IA.

Como era de esperar, el CEO C.C. Wei ha señalado este ámbito como prioritario, aunque advierte con toda modestia que la fase de industrialización se encuentra todavía en una "fase temprana".

El otro gran motor del crecimiento -de nuevo, con un aumento de la producción previsto del 50% anual- es la nueva tecnología de ensamblaje CoWoS. Esta tecnología, unida a la escala inigualable de la empresa taiwanesa, le permitirá producir en serie chips de muy alto rendimiento a precios muy bajos.

Lo más destacado del año pasado fue el inicio de la producción de chips de 3 nm, el nuevo horizonte del sector. Esto ya representa el 6% de las ventas de TSMC. Para 2024, los volúmenes deberían triplicarse.

El Sr. Wei señala que en esta categoría de 3nm, en la que el grupo fue pionero, todos los fabricantes de smartphones y especialistas en computación de alto rendimiento trabajan con TSMC.

Preguntado por la competencia de Intel, el Sr. Wei señala que la tecnología 18A de la empresa estadounidense es equivalente en calidad a la N3P de la taiwanesa. Sin embargo, TSMC tiene la ventaja de ser el primero: cuando 18A esté listo dentro de dos años, TSMC ya contará con tres años de producción en masa a sus espaldas.

En términos financieros, TSMC proyecta un presupuesto de inversión anual de entre 30.000 y 32.000 millones de dólares para 2024 y 2025, en línea con los tres años anteriores. Si se confirman los objetivos de crecimiento, cabe esperar un aumento sustancial del flujo de caja.

La dirección espera que las ventas consolidadas aumenten al menos un 20% en 2024. Al mismo tiempo, anuncia un aumento del dividendo y prevé que podrá mantener sus niveles de margen bruto en el futuro.