Pocos han sobrevivido a los efectos de la moda o a la irrupción del comercio electrónico. Sin embargo, hay algunas extrañas excepciones, como la cadena estadounidense The Buckle, Inc, que publicó sus resultados anuales a finales de la semana pasada.  

A primera vista, nada la distingue de sus competidoras: su surtido de vaqueros y otras prendas informales no puede ser más clásico. 

Sólo en apariencia, porque si se profundiza un poco más, destacan dos cosas: una, la total orientación de la dirección hacia la rentabilidad a expensas del crecimiento; dos, un presidente y un consejero delegado que hace tiempo que han superado la edad de jubilación, pero que siguen controlando el 40% del capital.

Un octogenario y un septuagenario prosperando en la venta al por menor de vaqueros y sudaderas con capucha: eso es algo por lo que sonreír. Si añadimos la sede en Kearney, Nebraska, ¡casi tenemos una acción de Berkshire Hathaway!

En cualquier caso, los resultados de 2023 están en línea con el rendimiento a largo plazo: sin crecimiento por encima de la inflación, pero con márgenes operativos superiores a los de Zara (Inditex) o Levi's.

La generación de tesorería es abundante y la contabilidad perfectamente clara, mientras que la optimización del balance y de las necesidades de capital circulante es de libro. La Hebilla no tiene exceso de deuda ni de capital, redistribuye todos sus beneficios mediante dividendos ordinarios y extraordinarios y tiene una rentabilidad sobre fondos propios del 80%.

Una prueba de que, incluso en un sector hiperdifícil, una gestión astuta puede marcar la diferencia cuando trabaja con moderación, prudencia, paciencia y realismo.

La capitalización bursátil, cercana a los 2.000 millones de dólares, representa un múltiplo de beneficios de sólo x7-x8. Este descuento se debe probablemente a la incertidumbre que rodea el plan de sucesión de las dos principales figuras, Daniel Hirschfeld y Dennis Nelson.

Gráfico de Calificación Relativa The Buckle, Inc,