- por Tom Käckenhoff

Duisburgo (Reuters) - El ministro federal de Economía, Robert Habeck, ha prometido a los siderúrgicos de Thyssenkrupp su apoyo en la transición hacia una producción ecológica del material.

"Haré todo lo que esté en mi mano para que esta industria siderúrgica de Alemania se conserve en todos sus emplazamientos haciéndola ecológica", declaró el ministro en una manifestación de los trabajadores de la siderurgia celebrada el miércoles en Duisburgo. En las últimas semanas se había avanzado en las conversaciones con la Comisión de la UE. Sólo faltaba una pequeña discusión sobre la letra pequeña. "Lo conseguiremos en verano, formalmente", subrayó Habeck.

La Comisión de la UE había declarado que mantenía conversaciones constructivas con el gobierno alemán. Sin embargo, aún no se ha tomado ninguna decisión. Thyssenkrupp tiene previsto poner en marcha a finales de 2026 una planta que costará más de dos mil millones de euros y que permitirá producir acero respetuoso con el clima. Mientras que el gobierno del estado de Renania del Norte-Westfalia ha prometido una financiación de hasta 700 millones de euros, los siderúrgicos siguen esperando unos 1.300 millones de euros del gobierno federal. Los representantes de los trabajadores temen que la empresa retire sus planes si la situación se prolonga. Debe haber claridad en las próximas dos semanas, dijo Jürgen Kerner, miembro de la junta directiva de IG Metall, que también es vicepresidente del consejo de supervisión de Thyssenkrupp.

Según el sindicato, unos 12.000 trabajadores del acero participaron en la manifestación de Duisburgo. En las pancartas podían leerse lemas como "No habrá transición energética sin nosotros" y "Solidaridad con los trabajadores del acero". Habeck tuvo que intervenir ocasionalmente ante un concierto de abucheos, pero el ambiente en el escenario era cordial. Habeck fue obsequiado con una camiseta roja con la inscripción "Quedarse quieto nunca ha conseguido nada", que también se puso. Al final, Tekin Nasikkol, jefe del comité de empresa siderúrgico, expresó su esperanza de que las cosas fueran ahora en la dirección correcta.

Previamente había aumentado la presión sobre Habeck. "Nuestro futuro ecológico está en peligro. El gobierno federal y la UE se están pasando la responsabilidad de un lado a otro. Esto debe terminar", exigió Nasikkol entre los aplausos de los trabajadores del acero. Ya ha habido suficientes discursos dominicales. "Ahora hay que cerrar el libro de las 1.000 excusas".

Thyssenkrupp Steel Europe también señaló que aún quedaban algunos puntos por cerrar. "En las próximas semanas, las declaraciones de intenciones deben traducirse en planificación y seguridad jurídica para la puesta en marcha de los siguientes pasos de la transformación ecológica". Por ello, el Grupo sigue manteniendo conversaciones intensas y constructivas con todas las autoridades competentes.

(Informe de Tom Käckenhoff, editado por Ralf Banser. Si tiene alguna duda, póngase en contacto con nuestra redacción en berlin.newsroom@thomsonreuters.com (para política y economía) o en frankfurt.newsroom@thomsonreuters.com (para empresas y mercados).