El fabricante de automóviles suspendió la producción en San Petersburgo en marzo debido a interrupciones en la cadena de suministro y detuvo las importaciones de vehículos a Rusia.

La fábrica, que tiene una capacidad de 100.000 unidades al año y producía los modelos Camry y RAV4, se conservará y podría venderse en el futuro, dijeron las fuentes de Kommersant.

Toyota no ha decidido abandonar por completo el mercado ruso, pero no ve perspectivas de reanudar la producción de automóviles allí, dijeron las fuentes.

Toyota no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Muchas fábricas de Rusia han suspendido la producción y despedido a trabajadores debido a la escasez de equipos de alta tecnología y al éxodo de fabricantes occidentales después de que Moscú enviara fuerzas armadas a Ucrania el 24 de febrero.