Toyota, el gigante japonés del automóvil, inició su incursión en el mercado estadounidense en 1957. En aquella época, la industria automovilística estaba dominada por los fabricantes estadounidenses, con gigantes como General Motors, Ford y Chrysler a la cabeza. Toyota, entonces relativamente pequeña y desconocida fuera de Japón, tuvo que enfrentarse a un mercado extremadamente competitivo y a consumidores fieles a las marcas americanas.

Para ganar, Toyota tuvo que innovar. La empresa introdujo el Sistema de Producción Toyota (TPS), un enfoque revolucionario de la fabricación centrado en la eficiencia y la calidad. El TPS, también conocido como "fabricación ajustada", se basa en dos principios fundamentales: Jidoka" ("autonomía" en el diagrama simplificado de abajo), que significa que los fallos se corrigen en cuanto se detectan, y "Justo a tiempo", que significa que los fallos se corrigen en cuanto sey 'Just-In-Time', que garantiza que las piezas sólo se fabrican cuando se necesitan.

Sistema de producción Toyota

Fuente: MarketScreener

Este método de producción ha permitido a Toyota reducir los residuos, mejorar la calidad de los productos y reducir los costes, lo que ha proporcionado a la empresa una importante ventaja competitiva. Los vehículos Toyota se convirtieron rápidamente en sinónimo de fiabilidad y valor, ganándose la confianza de los consumidores estadounidenses.

La perturbación causada por Toyota en el mercado automovilístico estadounidense ha sido considerable. Toyota no sólo ofrecía una alternativa competitiva a los coches estadounidenses, sino que su sistema de producción obligó a toda la industria a replantearse sus operaciones. Los fabricantes de automóviles estadounidenses, enfrentados a una cuota de mercado decreciente, tuvieron que adoptar prácticas similares para seguir siendo competitivos, lo que condujo a una mejora general de la calidad y la eficiencia en la industria del automóvil.

A lo largo de los años, Toyota ha seguido innovando, sobre todo en tecnología medioambiental con el lanzamiento del Prius en 1997, el primer vehículo híbrido del mundo para el mercado de masas. Este avance confirmó la posición de Toyota como líder en el desarrollo de tecnologías de automoción más limpias y sostenibles.

En la actualidad, Toyota es uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, con una presencia significativa en el mercado estadounidense. La empresa sigue basándose en su herencia de innovación y calidad, al tiempo que responde a los retos de movilidad del futuro. La estrategia que comenzó en 1957 con la introducción de métodos de producción pioneros ha permitido a Toyota transformar el panorama automovilístico y convertirse en un actor clave en la escena mundial.

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