La organización ecologista Deutsche Umwelthilfe (DUH) ha emprendido acciones legales contra la primera terminal flotante de gas natural licuado de Alemania, que comenzó a operar en Wilhelmshaven a mediados de diciembre.

La asociación presentó una objeción ante la Oficina Estatal de Supervisión del Comercio en Oldenburg, Baja Sajonia, contra el permiso de explotación expedido el 16 de diciembre, según anunció DUH el miércoles. En la carta, la DUH exige que el permiso de explotación concedido por 20 años se reduzca a la mitad, a diez años, hasta finales de 2032. También se opone al vertido anual de grandes cantidades de cloro nocivo para el medio ambiente, que se utiliza para la limpieza en el buque terminal "Höegh Esperanza".

El buque terminal está operado por la compañía energética Uniper, que fue nacionalizada a raíz de las restricciones en el suministro de gas ruso y ahora es propiedad del gobierno federal. "No debe haber debate medioambiental cuando se trata de autorizar plantas de gas natural licuado", explicó el director gerente de DUH Federal, Sascha Müller-Krämer. Las licencias de explotación indefinidas para combustibles fósiles ponen en peligro los objetivos climáticos. El proceso de purificación con cloro está anticuado y podría sustituirse por procesos respetuosos con el medio ambiente. Otros buques de terminales de GNL se limpian totalmente sin cloro.

(Informe de Holger Hansen; editado por Hans Seidenstücker; si tiene alguna duda, póngase en contacto con nuestro equipo editorial en berlin.newsroom@thomsonreuters.com (para política y economía) o frankfurt.newsroom@thomsonreuters.com (para empresas y mercados)).