A finales de marzo, la empresa se disculpó por su broma desenfadada, pero no exenta de publicidad, que fue ampliamente criticada en las redes sociales. La medida se produjo justo antes del 1 de abril, un día en el que algunas empresas hacen declaraciones extravagantes.

La declaración inicial que describía el cambio de nombre, publicada en su sitio web y acompañada de tweets, fue reportada por Reuters y otros medios de comunicación de todo el mundo e incluía una descripción detallada de sus supuestos esfuerzos de cambio de marca y nuevos logotipos.

Al menos un analista escribió una nota de investigación alabando el cambio de nombre. Las acciones preferentes, las acciones ordinarias y los ADR de VW subieron el día en que se anunció el nombre falso.

El consejero delegado de Volkswagen Group of America, Scott Keogh, dijo a Reuters en una entrevista el 1 de abril que el anuncio del nombre falso era una "broma" y un intento de "humor" y de "celebrar nuestro profundo enfoque en la electrificación."

Esta cara de palo, podría decirse, es cómica si se tiene en cuenta que Volkswagen ha pagado más de 32.000 millones de euros en multas y honorarios legales desde 2015 tras el escándalo de la manipulación de las emisiones de sus vehículos con un software fraudulento. Está claro que la SEC no tiene el mismo sentido del humor que el fabricante de automóviles alemán.