El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, descartó el miércoles expropiar la mina de la constructora estadounidense Vulcan Materials, pero dijo que los terrenos donde opera permanecerán cerrados al menos hasta el final de su mandato.

En su habitual conferencia de prensa, López Obrador acusó a la empresa, que extrae piedra caliza en el sur del país, de daños ambientales. La empresa ha negado estas acusaciones.

"Mientras yo sea presidente, no vamos a permitir que se destruya el medio ambiente", dijo López Obrador.

Las autoridades mexicanas ordenaron detener la extracción de piedra caliza en la unidad minera de Vulcan en el estado costero de Quintana Roo en 2022, alegando daños ambientales por parte de la empresa. Quintana Roo está situado en la península de Yucatán e incluye populares destinos turísticos como Cancún y Cozumel.

Vulcan Minerals calificó las órdenes de cierre de "inesperadas" e ilegales. Desde entonces, no ha podido exportar su producción y exige una indemnización de más de 1.500 millones de dólares a través del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).

La empresa no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre las nuevas declaraciones del presidente.

Las tensiones aumentaron el año pasado, cuando la empresa anunció que las fuerzas de seguridad mexicanas habían tomado posesión de su terminal portuaria en el sur de México.

El año pasado, López Obrador también expuso sus planes de ofrecer 6.500 millones de pesos (391,20 millones de dólares) para comprar los terrenos donde opera Vulcan Materials y resolver la disputa.

"El terreno está cerrado y no van a poder trabajar", dijo López Obrador el miércoles. ($1 = 16.6154 pesos mexicanos) (Reportaje de Valentine Hilaire y Raúl Cortés Fernández; Reportaje adicional de Kylie Madry Edición de Stefanie Eschenbacher y Josie Kao)