CHICAGO, 18 nov (Reuters) - El ganadero de Michigan Doug Chapin lleva más de un mes sin poder comprar frascos de penicilina veterinaria para sus vacas.

En Minnesota, el criador de cerdos Randy Spronk reformuló las raciones de pienso debido a la escasez del ingrediente más utilizado, la lisina, un aminoácido que ayuda al crecimiento del ganado.

Las interrupciones en la cadena de suministro están afectando a los productores de carne de Estados Unidos y haciéndoles buscar alternativas para cuidar a los animales de granja y mantener los costes bajos.

La escasez de algunos medicamentos, como la penicilina, refleja en parte una competencia por las materias primas entre las personas y los animales, ya que la pandemia de COVID-19 desplaza la demanda y perturba el comercio mundial con atascos en el transporte marítimo y en los puertos.

Los problemas de suministro, a su vez, han hecho que los veterinarios se cuestionen las prácticas agrícolas de siempre y están forzando cambios en el sector alimentario. Smithfield Foods, de WH Group, el mayor productor de carne de cerdo del mundo, dijo a Reuters que ha observado escasez y ha sustituido productos y fabricantes cuando ha sido necesario para mantener el cuidado de los animales.

En estados agrícolas como Iowa y Minnesota, los ganaderos dijeron que están teniendo dificultades por encontrar lisina, que suele ser una alternativa más barata a la harina de soja.

Los principales problemas de suministro afectan a los productos de lisina seca procedentes de China, según la firma Archer-Daniels-Midland. Este intermediario de productos básicos, con sede en Chicago, puso fin a la producción de lisina seca este año y vende una versión líquida.

Los ganaderos, como Spronk, están alimentando a los cerdos con más harina de soja a un mayor coste para sustituir la lisina seca. Este cambio contribuyó a elevar los futuros de la harina de soja de la Bolsa de Chicago a un máximo de cuatro meses el miércoles.

"Llega hasta el punto de que, literalmente, los productores están teniendo que reformular para sacar la lisina o bajar el nivel de lisina para tratar de aprovecharla más", dijo Spronk. "No se puede conseguir".

LUCHA POR LOS SUMINISTROS

En cuanto a los medicamentos, Chapin y su familia intentan abastecerse de penicilina y otros productos por si los animales enferman. La penicilina, uno de los medicamentos más utilizados en la producción ganadera, puede tratar enfermedades respiratorias y otras afecciones.

"Siempre he pensado que el próximo frasco está a una llamada de distancia", dijo Chapin.

La escasez generalizada de penicilina en todo el país ha provocado problemas en las explotaciones ganaderas y lecheras, según Patrick Gorden, presidente de la Asociación Americana de Veterinarios de Bovinos. Los veterinarios han tenido dificultades para encontrar incluso algunos frascos de Pen-G, un antibiótico inyectable para tratar al ganado vacuno, ovino y porcino enfermo.

Los veterinarios señalan que también hay escasez de algunas tetraciclinas, un tipo de antibiótico utilizado para tratar las infecciones bacterianas en los animales de granja.

"En algunos casos, hemos buscado alternativas a la terapia o hemos mantenido conversaciones sobre si este tratamiento es realmente tan eficaz o necesario", dijo Gorden.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) tiene una lista de escasez de nueve medicamentos veterinarios que comenzó a raíz de la pandemia. La agencia dijo que se puso en contacto con los fabricantes y no sabe cuándo resolverán los problemas de suministro.

"Estos desabastecimientos no deberían limitar la capacidad de los veterinarios para proporcionar un tratamiento médico adecuado o la eutanasia a las mascotas o al ganado", dijo José Arce, presidente de la Asociación Médica Veterinaria de Estados Unidos.

No obstante, los sectores alimentario y farmacéutico están sintiendo el impacto.

La mayor empresa de salud animal del mundo, Zoetis Inc, no fabrica productos de penicilina, pero informó de "restricciones localizadas" en otros productos, ya que la pandemia ha afectado a las cadenas de suministro. La empresa se negó a nombrar estos medicamentos.

El fabricante irlandés Bimeda Inc tiene dos productos de penicilina veterinaria en la lista de escasez de medicamentos de la FDA, incluyendo Pro-Pen-G.

Los proveedores norteamericanos y chinos de un material aprobado por la FDA que se utiliza para fabricar penicilina sufrieron cortes de suministro a principios de este año, dijo la portavoz de Bimeda, Mary van Dijk, quien no quiso nombrar el material. Un proveedor chino también experimentó problemas de calidad que tardaron unos seis meses en resolverse, dijo.

Otro problema es que las materias primas que normalmente se utilizan para elaborar antibióticos para animales se han desviado para fabricar amoxicilina para humanos, dijo van Dijk. Los fármacos comparten materiales de partida comunes, y la demanda de amoxicilina para humanos aumentó durante la pandemia, dijo.

La amoxicilina puede utilizarse para tratar infecciones de oído en niños, dolores de garganta y otras afecciones.

"Las interrupciones del suministro no están del todo resueltas", dijo van Dijk.

(Reporte de P.J. Huffstutter y Tom Polansek en Chicago; edición de Caroline Stauffer y Marguerita Choy, traducido por Tomás Cobos)