Woodside lleva operando en Myanmar desde 2013, realizando múltiples campañas de exploración y perforación. Tiene una participación del 40% en la empresa conjunta A-6 como operador conjunto y participaciones en los permisos de exploración AD-1 y AD-8. Woodside había anunciado previamente que ponía en revisión todas las decisiones de negocio en Myanmar tras el estado de emergencia declarado en febrero de 2021 y el deterioro de la situación de los derechos humanos en el país. En 2021, Woodside completó la renuncia a los permisos de exploración que cubrían los bloques AD-2, AD-5 y A-4 y está en proceso de retirarse de los bloques AD-6, AD-7 y A-7. Woodside iniciará ahora los trámites para abandonar formalmente los bloques AD-1 y AD-8, la empresa conjunta A-6 y el contrato de reparto de la producción (PSC) de A-6 celebrado con la Myanma Oil and Gas Enterprise (MOGE). Se espera que el gasto no monetario asociado a la decisión de retirarse de los bloques A-6 y AD-1 afecte al beneficio neto después de impuestos (NPAT) de 2021 en aproximadamente 138 millones de dólares. Esto se suma a los 71 millones de dólares de gastos de exploración y evaluación para el bloque AD-7, revelados en el informe del cuarto trimestre de Woodside el 20 de enero de 2022. Estos costes se excluirán del NPAT subyacente a efectos del cálculo del dividendo.