El uranio físico está ganando tracción como materia prima negociada para bancos de inversión como Goldman Sachs y como inversión para fondos de cobertura después de que los precios del ingrediente del combustible nuclear se dispararan a máximos de 16 años.

A continuación se detalla la mecánica de obtención y almacenamiento del uranio físico por parte de los fondos:

Los fondos que invierten en uranio físico compran concentrado de óxido de uranio (U3O8), o torta amarilla, que se crea moliendo y procesando químicamente el mineral de uranio, separando el uranio de la roca estéril.

La torta amarilla tiene una baja radiactividad y necesita un mayor procesamiento o enriquecimiento antes de poder utilizarse como combustible nuclear, pero todo el sector del uranio está muy regulado ya que el metal también puede utilizarse para fabricar armas.

En Occidente, sólo hay tres instalaciones de almacenamiento autorizadas donde los inversores pueden almacenar uranio físico: Cameco en Canadá, ConverDyn en Estados Unidos y Orano en Francia.

Las instituciones financieras de todo tipo poseen unos 113 millones de libras de uranio, según la consultora UxC. Esto equivale aproximadamente al 65% del consumo mundial anual actual de uranio de las centrales nucleares.

LOS FONDOS

SPROTT PHYSCIAL URANIUM TRUST

Sprott, con sede en Canadá, se lanzó en 2021 y es el mayor con 63,6 millones de libras de uranio. El año pasado compró 4 millones de libras y en enero adquirió 400.000 libras.

TARTA AMARILLA

Yellow Cake plc, que cotiza en Londres, se lanzó en 2018 y cuenta con 20,2 millones de libras. Tiene un acuerdo con el mayor productor de uranio del mundo, Kazatomprom, que le da la opción de comprar hasta 100 millones de dólares de uranio cada año.

ZURICH-INVEST AG

Este fondo con sede en Suiza ofrece su Certificado de Uranio Gestionado Activamente, que compra uranio físico. No divulga públicamente sus participaciones de uranio.

ENERGÍA ANU

Kazatomprom fue un inversor inicial en ANU Energy, un fondo privado de inversión en uranio físico lanzado en 2021 que tiene como objetivo Asia y Oriente Medio.

La inversión inicial fue de 74 millones de dólares y otros inversores semilla importantes fueron el fondo soberano de Kazajstán y el ala de inversiones del banco central del país. Está planeando una colocación pública o privada de hasta 500 millones de dólares, pero no ha dicho cuándo.