La economía griega crecerá un 2,2% en 2023, dijo el viernes el banco central del país, confirmando su anterior previsión e instando al reelegido gobierno conservador a seguir adelante con las reformas.

El banco central dijo en su informe de política monetaria que se esperaba que el crecimiento alcanzara el 3% en 2024 y el 2,7% en 2025, "si la crisis geopolítica se desescala, los precios de la energía siguen bajando y se contiene el impacto negativo del endurecimiento de la política monetaria sobre la economía de la zona euro".

El mayor reto para la política económica griega es recuperar una calificación crediticia de grado de inversión, según el informe. El primer ministro Kyriakos Mitsotakis, que se alzó con la victoria en las elecciones nacionales del domingo, ha prometido ayudar a Grecia a recuperar ese estatus de inversión en el plazo de un año.

El banco añadió que la reducción del déficit por cuenta corriente del país era también un reto importante. Grecia salió de los rescates internacionales en 2018, casi una década después de que una crisis de deuda le obligara a solicitar ayuda financiera a sus pares europeos y al Fondo Monetario Internacional para mantenerse a flote.

Su déficit por cuenta corriente en 2022, del 9,7% de la producción económica, se debió principalmente al aumento de los precios de la energía y se espera que descienda al 7% del PIB en 2023, según el banco.

Grecia necesita la aplicación de una política económica prudente para lograr superávits primarios anuales de alrededor del 2% del PIB, añadió.

"Los responsables de la política económica deben mostrar responsabilidad y compromiso para preservar los sacrificios de la última década y continuar con los avances logrados", señaló el informe del banco central. (Reportaje de Lefteris Papadimas; Redacción de Renee Maltezou; Edición de Kim Coghill)