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19 ene (Reuters) -El mercado español de compraventa de viviendas podría haber registrado en 2023 su segundo mejor año desde 2007, gracias al interés de los inversores por anticiparse a las subidas de tipos de interés del BCE, y ya tiene puesta la mirada en los posibles recortes del coste de los préstamos este año, que podrían insuflar nuevo dinamismo en el mercado.

A pesar de que las estadísticas de compraventas de viviendas correspondientes al mes de noviembre publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran una caída del 15,1% interanual en noviembre --hasta 46.888--, en términos mensuales se produjo un incremento del 2,1% y los portales Fotocasa e Idealista apuntan a que exceptuando 2022, el ejercicio 2023 será el mejor desde 2007, cuando estaba a punto de estallar la burbuja inmobiliaria española.

"Las compraventas continúan mostrando un ritmo muy intenso en el penúltimo mes del año, superando las 46.000 operaciones mensuales. A pesar de que interanualmente la caída es de dos dígitos, el dinamismo del mercado ha convertido a 2023 en el segundo mejor año desde 2008", dijo María Matos, directora de Estudios de Fotocasa.

Matos señala que el ritmo de compras, que bajó en la segunda mitad de 2023, podría reacelerarse en 2024 ante el posible comienzo de los recortes en los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE).

"Si las previsiones de desescalada en los tipos de interés por parte del BCE se confirman y comienzan antes de verano, volveremos a ver cómo el acceso a la vivienda se facilita al rebajarse las condiciones de acceso al crédito hipotecario y cómo la demanda, que se mantenía a la espera, volverá al mercado con fuerza. Por lo que 2024 comenzará con altas expectativas en cuanto a volumen de compraventas, ya que volveremos a ver cómo el mercado se sobreestimula", dijo.

En julio de 2022 el BCE comenzó un ciclo de subidas de los tipos para contener la inflación que llevó a muchos compradores a apresurarse a cerrar operaciones para anticiparse al techo en el coste de los préstamos, que se encuentran en un máximo histórico tras un incremento de 450 puntos básicos.

No obstante, esta tendencia se frenó en la segunda mitad de 2023, ante unos tipos ya en niveles récord y una inflación elevada que disminuyeron la capacidad adquisitiva de muchos compradores, aunque en el sector no ven preocupante este descenso en la actividad.

"Las caídas no están suponiendo un descalabro para el mercado, ya que parecen más relacionadas con la reducción de la oferta disponible en venta que con una retracción severa de la demanda", dijo Francisco Iñareta, portavoz de Idealista.

En Idealista estiman que los datos de cierre de 2023 previsiblemente situarán el volumen de operaciones ligeramente por debajo de las 600.000 unidades.

(Información de Tomás Cobos; editado por Benjamín Mejías Valencia)