La inflación de la zona euro está bajando, pero la lucha aún no está ganada y la elevada tasa de crecimiento de los precios subyacentes sigue siendo preocupante, declaró el jueves el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel.

En poco más de un año, el BCE ha elevado su tipo de depósito hasta un máximo histórico del 4% desde un profundo territorio negativo, pero ha señalado una pausa para los próximos meses ante los tímidos indicios de que la inflación está ahora bajo control.

"La inflación está cayendo ahora de nuevo, pero la 'bestia codiciosa' aún no ha sido derrotada", dijo Nagel en un discurso. "Lo preocupante es que la tasa subyacente sigue siendo muy elevada".

La inflación cayó bruscamente en septiembre y podría acercarse al 3% a finales de año, pero probablemente se estabilizará durante el próximo año antes de reanudar una tendencia a la baja hacia el objetivo del 2% fijado por el banco para 2025.

"El BCE debe mantener una postura restrictiva hasta que podamos garantizar que la inflación vuelva a nuestro objetivo a medio plazo del 2%", declaró Nagel.

Los mercados sólo ven una pequeña posibilidad de una nueva subida de tipos, ya que el crecimiento económico se ha estancado, y esperan que la próxima medida del BCE sea un recorte, con junio o julio como fecha probable de inicio para deshacer las subidas.

Nagel también se mostró contrario a los llamamientos, incluidos los del miembro del consejo del BCE y futuro gobernador del Banco de Italia, Fabio Panetta, para que la zona euro cree una capacidad fiscal centralizada.

Algún tipo de presupuesto común permitiría al BCE luchar más eficazmente contra la inflación, ya que una política monetaria única debe alinearse ahora con 20 presupuestos nacionales diferentes, una tarea compleja que a menudo deja la política monetaria y fiscal fuera de sincronía.

Pero Nagel dijo que el Fondo de la UE de Nueva Generación de 750.000 millones de euros del bloque, creado para ayudar a la recuperación pospandémica y a la transición ecológica, no debería repetirse.

"Fue una excepción comprensible dada la situación de emergencia del momento", dijo Nagel. "Pero dado el actual nivel de integración, debería seguir siendo una excepción puntual".

Alemania se ha resistido durante años a las propuestas de una integración financiera más estrecha, temiendo que el contribuyente alemán pudiera verse obligado a asumir el coste de la irresponsabilidad financiera de otros países. (Reportaje de Balazs Koranyi; Edición de Alex Richardson)