FRÁNCFORT, 5 ene (Reuters) - La inflación de la zona euro aumentó el mes pasado y podría seguir subiendo a principios de 2024, lo que aliviaría la presión de los mercados financieros sobre el Banco Central Europeo para que empiece a recortar los tipos de interés desde máximos históricos.

La inflación en el bloque de 20 países se disparó hasta el 2,9% en diciembre, desde el 2,4% de noviembre, justo por debajo de las expectativas de un 3,0%, debido principalmente a factores técnicos, como el fin de algunos subsidios gubernamentales y los bajos precios de la energía, que quedaron fuera de las cifras de referencia.

Los datos parecen confirmar la predicción del BCE de que la inflación tocó fondo en noviembre y se estabilizará entre el 2,5% y el 3% hasta 2024, muy por encima del objetivo del 2%, antes de volver a ralentizarse en 2025.

Sin embargo, una señal esperanzadora es que la inflación subyacente --definida como el crecimiento de los precios excluidos los alimentos y la energía-- se redujo del 3,6% al 3,4%, lo que sugiere que las presiones sobre los precios aún se están enfriando, a pesar del aumento de la cifra principal.

No obstante, los dirigentes monetarios podrían estar preocupados por el aumento mensual del 0,7% de la inflación de los servicios y el mantenimiento de la tasa interanual en el 4,0%, ya que este indicador está estrechamente vinculado a los salarios y podría apuntar a un rápido aumento de los ingresos, lo que podría alimentar las presiones sobre los precios.

El repunte de la inflación se conoce en un momento en que los inversores y los responsables de política monetaria parecen estar sacando conclusiones muy distintas sobre la evolución de los precios y sus implicaciones para los tipos de interés.

Los inversores apuestan por que el BCE recorte los tipos seis veces este año, la primera de ellas en marzo o abril, a medida que la contracción económica y el crecimiento salarial moderen la inflación, lo que permitiría al banco deshacer su ciclo de endurecimiento más rápido de la historia.

Pero los dirigentes monetarios sostienen que las presiones sobre los precios siguen siendo abundantes y que los acuerdos salariales cruciales no concluirán hasta el primer trimestre de este año, por lo que podría ser necesario esperar hasta mediados de 2024 para tener la certeza de que la inflación está realmente bajo control.

De hecho, algunos sostienen incluso que los tipos de mercado han bajado tanto que los inversores han deshecho parte del trabajo del BCE, obligando al banco a mantener los tipos altos aún más tiempo para conseguir el tipo de restricción económica que enfríe las presiones sobre los precios.

Una de las principales causas de la divergencia de opiniones es que las propias previsiones de inflación del BCE llevan años siendo erróneas, lo que sugiere que el banco no comprende del todo el comportamiento de la fijación de precios en circunstancias excepcionales.

Primero predijo sólo una subida transitoria de los precios, luego un pico menos pronunciado y, por último, un retroceso mucho más lento, lo que ha llevado a algunos responsables de política monetaria a centrarse más en las cifras reales y menos en las proyecciones.

Los inversores sostienen que el BCE es demasiado optimista sobre el crecimiento y señalan también la fuerte caída de los precios de producción --un 8,8% en noviembre-- como prueba del enfriamiento de las presiones sobre los precios.

Por último, los mercados también apuestan por agresivos recortes de tipos por parte de la Reserva Federal estadounidense y los inversores creen que una vez que el mayor banco central del mundo actúe, en marzo o mayo, el BCE querrá actuar en sincronía.

Según las proyecciones del BCE presentadas en diciembre, la inflación se mantendrá en el 2,6% en el último trimestre de este año, alcanzará el 2,0% en el tercer trimestre de 2025 y se situará en el 1,9%.

La próxima reunión del BCE se celebrará el 25 de enero y el banco ha señalado claramente que no se tomarán medidas de política monetaria en la reunión.

(Reporte de Balazs Koranyi; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)