Eurostat confirmó sus estimaciones anteriores de que el consumo en los 20 países no varió en absoluto intermensualmente en mayo, lo que se tradujo en una subida interanual del 6,1%, por debajo del 7,0% interanual de abril.

La contribución de los precios de la energía, durante mucho tiempo el principal motor de la inflación, fue negativa en mayo, con 0,09 puntos, y el principal impulsor pasó a ser el coste de los alimentos, el alcohol y el tabaco, que añadió 2,54 puntos a la cifra final.

El segundo mayor contribuyente fue el aumento de los precios de los servicios, que sumaron 2,15 puntos, y el de los bienes industriales otros 1,51 puntos.

El Banco Central Europeo quiere mantener la inflación en el 2% a medio plazo y ha estado subiendo los tipos de interés rápidamente desde mediados del año pasado para frenar la inflación.

El BCE volvió a subir los tipos de interés el jueves hasta un máximo de 22 años del 3,50% y dijo que volvería a hacerlo en julio, continuando con lo que ha sido el ritmo más rápido de endurecimiento monetario en el cuarto de siglo de existencia del banco.