La subida de los tipos de interés, el aumento del riesgo geopolítico, la aceleración de los movimientos de depósitos, la multiplicación de los ciberataques y el riesgo climático están cambiando la naturaleza fundamental del negocio, y es posible que los prestamistas no estén suficientemente preparados, afirmó Claudia Buch, que sustituyó a Andrea Enria a principios de año.

"Los tipos de interés y los precios de la energía ya han subido, las previsiones de crecimiento se han revisado a la baja, los riesgos relacionados con el clima son cada vez más visibles y el número de ciberataques ha aumentado", afirmó Buch, ex vicepresidenta del Bundesbank.

"Muchos de estos cambios son estructurales más que temporales", dijo Buch, que ahora supervisará a algo más de 100 de los mayores prestamistas del bloque.

Los cambios en el entorno, incluidas las subidas de tipos a un ritmo récord por parte del BCE, ya están pesando sobre las empresas y hay "claros indicadores" de que la calidad de los activos ya está empezando a deteriorarse.

Un problema clave es que los bancos aún no tienen la experiencia necesaria para trabajar en un entorno así, advirtió Buch.

"Los nuevos riesgos no están suficientemente integrados en los procesos de gestión de riesgos de los bancos", afirmó Buch. "Por tanto, las decisiones de los bancos pueden basarse en información errónea o incompleta".

"Los bancos utilizan una variedad de enfoques, muchos de los cuales carecen de la sensibilidad al riesgo requerida", dijo Buch, añadiendo que el BCE estaba volviendo a realizar una revisión del cumplimiento y espera que los bancos se adhieran a las mejores prácticas sobre los nuevos riesgos.

El aumento de la digitalización en el sector también puede provocar un movimiento más rápido de los depósitos entre los bancos en dificultades, como puso de manifiesto la tensión entre los prestamistas regionales en EE.UU. el año pasado, por lo que el BCE debe revisar los planes de financiación de los bancos, dijo Buch.

Dijo que las revisiones examinarán detenidamente la gobernanza y el pensamiento a largo plazo en lugar de limitarse a los colchones, ya que muchos bancos en apuros cumplieron en el pasado las normas reguladoras hasta muy tarde.

La digitalización también aumenta el riesgo cibernético y puede dar lugar a una mayor competencia entre los bancos que podría comprimir los márgenes, reducir la rentabilidad y llevar a una asunción excesiva de riesgos.

En cuanto al cambio climático, es posible que este año el BCE empiece por fin a tomar medidas contra los bancos que durante años han dado largas a la hora de cumplir las expectativas del BCE en materia de divulgación y gobernanza.

"Intensificaremos el uso de mecanismos de intensificación, que posiblemente se extiendan a acciones coercitivas y sanciones, para garantizar que se abordan las conclusiones de la supervisión y se subsanan las deficiencias", declaró Buch.