Visco, miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo, dijo que la cuestión clave era qué ocurría con la inflación ahora que los precios de la energía habían retrocedido desde los máximos alcanzados tras la invasión rusa de Ucrania el año pasado.

"Espero que en este momento se produzca también un enfriamiento en el aumento de la inflación subyacente, como la llamamos, que debería reflejar esta reducción del coste de la energía", declaró Visco en el Festival Internacional de Economía de Turín.

"Si esto ocurre, la política monetaria (del BCE) es sin duda la correcta en este momento, aunque yo quizá habría presionado a favor de un enfoque más gradual", añadió.

La inflación de la zona euro se redujo más de lo previsto en mayo, lo que avivó el debate sobre la necesidad de nuevas subidas de tipos del BCE, más allá del aumento previsto para finales de este mes.

La inflación en los 20 países que comparten el euro se redujo al 6,1% en mayo desde el 7,0% de abril, por debajo de las expectativas del 6,3% según un sondeo de Reuters entre economistas.

La inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y los carburantes y que ha desempeñado un papel cada vez más importante en las deliberaciones políticas del BCE, cayó al 5,3%.

Visco advirtió contra una espiral de precios y salarios, afirmando que las subidas salariales deberían producirse en el contexto de una economía en crecimiento en lugar de perseguir la inflación.

También dijo que las empresas tenían un papel que desempeñar a la hora de garantizar que la inflación se mantuviera bajo control para que el BCE no tuviera que seguir presionando al alza el coste de los préstamos.

"A las propias empresas no les interesa (...) no reflejar el menor coste de la energía en sus precios, porque entonces subiría el coste de la financiación", añadió.