La libra esterlina subió el viernes pero rondó mínimos de dos semanas después de que una serie de decisiones de los bancos centrales esta semana reforzara las expectativas de que el Banco de Inglaterra no realizará otra subida de tipos "jumbo" la próxima semana.

La libra subió por última vez un 0,1% frente al dólar, a 41,2813, y un 0,2% frente al euro, a 85,58 peniques.

Frente al yen, la libra cayó antes hasta un 1,1% hasta su nivel más bajo en más de un mes, después de que el Banco de Japón dijera que flexibilizaría su política de control de la curva de rendimientos, lo que los inversores tomaron inicialmente como una señal de que el banco central podría estar acercándose a un cambio en su política monetaria ultra laxa.

El fuerte repunte del yen se invirtió, dejando a la libra esterlina con una subida del 0,2% en el día, a 178,77 yenes.

El Banco de Inglaterra se reúne el 3 de agosto y, en estos momentos, los operadores se inclinan más por una subida de tipos de 25 puntos básicos, aunque siguen viendo un 25% de posibilidades de otra subida de medio punto.

"La libra está luchando por anotarse ganancias en medio de la disminución de las expectativas de que el Banco de Inglaterra pueda seguir subiendo los tipos agresivamente", dijo Fiona Cincotta, estratega de City Index.

Los inversores siguen apostando fuerte por una libra más fuerte y mantienen su apuesta alcista más valiosa por la libra esterlina desde 2014.

Pero los diferenciales de los tipos de interés, que han sido uno de los principales motores al alza de la libra este año, se han erosionado este mes, ya que la probabilidad de una subida en el Reino Unido hasta más allá del 6% desde el 5% actual, ha disminuido en consonancia con los datos que han mostrado que la inflación se está enfriando y que algunas partes de la economía se están ralentizando.

Como resultado, la prima de los rendimientos de los gilts a dos años, que son los que más responden a los cambios en las expectativas de tipos, sobre los rendimientos del Tesoro a dos años se ha desplomado hasta casi cero este mes, desde un máximo de varios años de alrededor de 45 puntos básicos.

La Reserva Federal dejó abierta esta semana la posibilidad de más subidas de tipos y excluyó una relajación de las condiciones financieras a corto plazo, lo que en teoría apoya al dólar.

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, señaló el jueves que no creía que hubiera mucho más terreno por recorrer en cuanto a subidas de tipos y que cualquier decisión sobre política dependería de los datos que fueran llegando.

La libra se encamina ahora a una ganancia semanal del 1,1% frente al euro, la mayor de este año.