Los dólares australiano y neozelandés subieron el lunes a sus máximos en más de una década frente al debilitado yen japonés, ya que un Banco de Japón todavía pesimista sobrealimentó a los osos en un mercado adelgazado por las vacaciones.

Las perspectivas divergentes sobre los tipos de interés en Australia y Nueva Zelanda también llevaron al aussie a máximos de 10 meses frente al kiwi, mientras los operadores esperaban la publicación de los últimos datos económicos para obtener más pistas sobre la orientación de la política monetaria.

El aussie subió un 1,1% hasta los 104,58 yenes, el nivel más alto desde 2013, tras saltar un 1,9% el viernes. Se enfrenta a una resistencia importante en el máximo de 2013 de 105,45 yenes.

La demanda de carry trades -donde los inversores toman prestado el yen japonés para comprar divisas de mayor rendimiento- ayudó al aussie a subir por quinta sesión consecutiva frente al dólar. Subió un 0,5% a 0,6565 dólares y superó un obstáculo clave en la media móvil de 200 días de 0,6525 dólares.

El dólar kiwi también subió un 1% hasta los 95,00 yenes, el nivel más alto desde 2007, tras subir un 1,6% el viernes. Frente al billete verde, subió un 0,5% el lunes, además de una ganancia del 0,8% la semana pasada.

En el mercado de divisas más amplio, el yen superó el nivel de 160 por dólar después de que el Banco de Japón mantuviera sin cambios la política monetaria el viernes, pero no diera muestras de una preocupación significativa por el rápido descenso de la divisa.

La escasa liquidez en el mercado debido a los días festivos en Japón podría exacerbar los movimientos del yen, pero la expectativa es que el dólar australiano amplíe sus ganancias esta semana, dijo Joseph Capurso, jefe de economía internacional del Commonwealth Bank of Australia.

"No obstante, las fuertes caídas generalizadas del yen han aumentado el riesgo de una intervención en el mercado de divisas por parte del Ministerio de Finanzas japonés que puede hacer caer bruscamente el AUD/JPY".

En otros lugares, los operadores están pendientes de las cifras de ventas minoristas de Australia del martes, que han cobrado cierta importancia después de que un informe de inflación sorprendentemente caliente la semana pasada diezmara cualquier posibilidad de relajación de la política monetaria este año.

Los analistas pronosticaron que las ventas probablemente subieron un 0,2% el mes pasado, pero cualquier fuerza inesperada se sumará al caso de que la política monetaria puede no haber sido lo suficientemente restrictiva. Los swaps apuntan a una probabilidad del 50% de otra subida de los tipos de interés por parte del Banco de la Reserva de Australia para septiembre.

En Nueva Zelanda, se espera que el informe sobre el empleo, previsto para el miércoles, muestre que el mercado laboral siguió relajándose, con una tasa de desempleo que subió hasta el 4,2% en el primer trimestre desde el 4,0% anterior, allanando el camino para recortes de tipos más adelante en el año.

El dólar australiano también subió el lunes hasta 1,1010 dólares, el nivel más alto desde junio de 2023. (Reportaje de Stella Qiu; edición de Miral Fahmy)