Los legisladores de la cámara votaron 372-108 para aprobar el texto principal del proyecto de ley a última hora del martes, que sustituirá al actual techo de gasto de Brasil, que se ha incumplido varias veces en los últimos años para permitir un mayor gasto público.

Los legisladores federales rechazaron todas las enmiendas que podrían alterar el texto principal del proyecto de ley, y ahora la propuesta será enviada y votada en el Senado.

Los mercados acogieron con satisfacción la abrumadora aprobación, con el real brasileño fortaleciéndose aproximadamente un 0,7% frente al dólar y los futuros de los tipos de interés cotizando a la baja el miércoles.

"La norma actual es más dura de lo que sugerían las versiones anteriores del proyecto de ley", dijo el economista jefe del Banco Original, Marco Caruso. "Los 372 votos también fueron positivos, ya que ahora los mercados podrían empezar a pensar que será más fácil aprobar una reforma fiscal".

Según las nuevas normas fiscales, el gasto público no podrá aumentar más del 70% de cualquier incremento de los ingresos, y el crecimiento del gasto también se limitará a entre el 0,6% y el 2,5% anual por encima de la inflación.

Si no se cumplen los objetivos, el crecimiento del gasto se limitará al 50% del aumento de los ingresos como penalización.

"Ha sido una victoria importante para el país", declaró el ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha, tras la votación, en la que el gobierno izquierdista de Lula logró recabar el apoyo de los partidos de derecha para aprobar el proyecto de ley.

"Esta medida permitirá un crecimiento sostenible que combine responsabilidad social y fiscal", añadió.

El gobierno espera que la nueva regla fiscal le permita borrar el déficit primario del país en 2024, antes de alcanzar un superávit primario equivalente al 0,5% del PIB en 2025 y al 1% del PIB en 2026.

El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, también celebró el amplio margen de aprobación, señalando que indicaba que el gobierno debía buscar el "equilibrio" en los proyectos futuros, incluida una reforma fiscal largamente esperada que se espera sea votada por el Congreso a finales de este año.

Las normas sustituirán a un tope de gastos más rígido que limita el crecimiento del gasto a la tasa de inflación del año anterior.

"La aprobación del texto principal fue un gran paso adelante", dijo Felipe Salto, economista jefe de la correduría Warren Rena. "El marco tiene lo necesario para evitar una mala situación fiscal".