El Fondo Monetario Internacional confirmó su última previsión para el crecimiento económico británico este año, afirmando que el abaratamiento de la energía, la mejora de las relaciones con la Unión Europea y unos mercados financieros más tranquilos habían mejorado las perspectivas desde principios de 2023.

Se espera que el producto interior bruto británico crezca un 0,4% este año y un 1,0% en 2024, en línea con las previsiones del personal del FMI realizadas en mayo como parte de una evaluación anual del país.

Sin embargo, las perspectivas del martes suponen una revisión al alza respecto a la última vez que el FMI actualizó sus previsiones de crecimiento global en abril, cuando predijo que la economía británica se contraería un 0,3% este año.

El FMI afirmó que la revisión se debía a un consumo de los hogares y una inversión empresarial más fuertes como resultado de "la caída de los precios de la energía, una menor incertidumbre tras el Brexit y un sector financiero resistente a medida que se disipa la tensión bancaria mundial de marzo".

El primer ministro Rishi Sunak ha adoptado un tono menos combativo con la UE que sus predecesores Liz Truss y Boris Johnson. El FMI elogió el acuerdo alcanzado en febrero sobre las normas aduaneras para Irlanda del Norte, una parte del Reino Unido que tiene una frontera abierta con Irlanda, Estado miembro de la UE.

En relación con las previsiones de abril, la revisión al alza del FMI para Gran Bretaña es la mayor para cualquier gran economía avanzada. Sin embargo, en términos absolutos, sólo el PIB de Alemania - que se prevé que se contraiga un 0,3% - saldrá peor parado.

El FMI prevé que la economía de Estados Unidos se expanda un 1,8% este año, mientras que a Francia le pronostica un crecimiento del 0,8%.

Las perspectivas del FMI son también más halagüeñas que las de una encuesta de Reuters entre economistas publicada el martes. Éstos prevén un crecimiento del PIB británico de sólo el 0,2% este año, que aumentará al 0,7% en 2024.

La subida de los tipos de interés y la caída de la demanda interna y externa provocaron el crecimiento más débil en seis meses de las empresas británicas en julio, según una encuesta empresarial realizada el lunes. (Reportaje de David Milliken; edición de Mark Heinrich)