LONDRES, 3 ene (Reuters) - Los fabricantes británicos registraron el mes pasado una de sus caídas de actividad más acusadas desde la recesión de 2008-09, mientras los nuevos pedidos cayeron bruscamente y las empresas recortaron puestos de trabajo, mostró el martes una encuesta mensual.

El índice S&P Global/CIPS de gestores de compras (PMI) del sector manufacturero británico se hundió hasta 45,3 puntos en diciembre, desde 46,5 en noviembre, su nivel más bajo desde mayo de 2009, exceptuando dos meses al inicio de la pandemia del COVID-19 en 2020.

La lectura fue más fuerte que una estimación inicial de 44,7 publicada el mes pasado, pero muy por debajo de los 47,8 registrados en la encuesta equivalente de la eurozona el lunes.

"La producción se contrajo a uno de los ritmos más rápidos de los últimos 14 años, al debilitarse la entrada de nuevos pedidos", dijo Rob Dobson, director de S&P. "El descenso de los nuevos negocios fue preocupantemente pronunciado, ya que la debilidad de la demanda interna vino acompañada de una caída aún más acusada de los nuevos pedidos procedentes del extranjero".

Las cifras coinciden en líneas generales con las sombrías perspectivas publicadas el mes pasado por la asociación comercial Make UK, que preveía que la producción del sector caería un 3,2% en 2023. Según los últimos datos oficiales, la producción fabril del tercer trimestre fue un 6,8% inferior a la del año anterior.

Las previsiones presupuestarias del Gobierno pronosticaron en noviembre que la economía británica en su conjunto se contraería un 1,4% este año, mientras las empresas y los hogares siguen haciendo frente a una elevada inflación.

Los fabricantes que participaron en la encuesta PMI se mostraron algo más optimistas de cara al año que viene. Las expectativas de producción futura subieron a su nivel más alto en cinco meses, ya que las dificultades de la cadena de suministro se hicieron menos agudas y las presiones inflacionistas cayeron a su nivel más bajo desde finales de 2020.

Pero las fábricas siguieron recortando puestos de trabajo en la mayor medida desde octubre de 2020, en un momento en que los pedidos cayeron tanto de clientes nacionales como de clientes de China, Estados Unidos, Europa continental e Irlanda.

"El principal impulsor de la pérdida de contratos de exportación fue la debilidad de las condiciones económicas mundiales, mientras que también se mencionaron problemas relacionados con el Brexit, como retrasos en el envío y costes más altos, lo que llevó a algunos clientes de la UE a abastecerse en otros lugares", dijo S&P Global.

(Información de David Milliken; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)