El acuerdo con ADQ, el más pequeño de los tres principales fondos soberanos de inversión de Abu Dhabi, es para el desarrollo de la península de Ras El Hikma y podría llegar a atraer hasta 150.000 millones de dólares, según declaró en rueda de prensa el primer ministro egipcio, Mostafa Madbouly.

El proyecto incluiría zonas de inversión y espacios residenciales y comerciales, así como desarrollos turísticos y recreativos, y se espera que las obras comiencen en 2025, según un comunicado de ADQ.

Los bonos soberanos en dólares de Egipto se dispararon el viernes antes del anuncio y continuaron su subida por la tarde.

Los bonos a más largo plazo disfrutaron de las mayores ganancias, con los que vencen en 2047 o más allá subiendo más de 3 centavos de dólar para negociarse a 66,6-70,2 centavos - para la mayoría su nivel más alto en alrededor de un año, mostraron los datos de Tradeweb.

Ras al-Hikma se encuentra a unos 200 km al oeste de Alejandría, en una zona de complejos turísticos de lujo y playas de arena blanca populares entre los egipcios adinerados durante los meses de verano.

Egipto ha estado sumido en una crisis económica de combustión lenta que incluye una escasez crónica de divisas que ha provocado una presión sostenida sobre la libra egipcia, sobre el gasto público y sobre las empresas locales.

La inflación se aceleró hasta niveles récord el verano pasado, la carga de la deuda ha ido en aumento y la escasez de divisas podría agravarse debido a la pérdida de ingresos procedentes del Canal de Suez tras los ataques a la navegación en el Mar Rojo por parte del movimiento Houthi de Yemen.

APOYO DEL FMI

Un paquete de apoyo financiero de 3.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional firmado en diciembre de 2022 se tambaleó después de que Egipto se abstuviera de cumplir su promesa de pasar a un régimen de tipo de cambio flexible y de que los avances en la venta de activos estatales resultaran lentos.

Las conversaciones con Egipto para impulsar su programa de préstamos del FMI están progresando de forma excelente, según declaró el FMI el jueves. Afirmó que Egipto necesitaba un "paquete de apoyo muy completo" para hacer frente a los desafíos económicos, incluidas las presiones de la guerra en Gaza.

Desde que el presidente Abdel Fattah al-Sisi asumió el poder en 2013, Egipto -el país más poblado del mundo árabe- ha recibido decenas de miles de millones de dólares en rescates de los Estados ricos del Golfo.

Pero esta vía se ha agotado en gran medida en los últimos dos años, ya que las naciones del Golfo han optado por vincular el apoyo a reformas de libre mercado y buscar inversiones rentables en algunos de los activos más preciados de Egipto.

La crisis económica ha aumentado la presión sobre los dirigentes egipcios para que actúen y reduzcan los enormes proyectos de infraestructuras que han sido un sello distintivo del gobierno de Sisi, incluida una nueva capital.

Sin embargo, Sisi ha seguido insistiendo en que esos megaproyectos traerán miles de millones de inversión extranjera y crearán miles de puestos de trabajo.