Las protestas fueron organizadas por grupos judíos estadounidenses, entre ellos Jewish Voice for Peace, Jews for Racial and Economic Justice y Rabbis for Ceasefire. Las publicaciones en las redes sociales de los grupos dijeron que 36 rabinos estaban en la manifestación dentro de la Cámara del Consejo de Seguridad de la ONU.

El Huffington Post informó de que los rabinos accedieron al edificio como parte de una visita guiada.

La ONU ha exigido un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza en medio del enorme número de víctimas mortales de la guerra. Washington ha vetado las resoluciones a favor de este tipo de llamamientos en el Consejo de Seguridad, alegando que dejaría que el grupo islamista palestino Hamás, que gobierna Gaza, se reagrupara y reconstruyera.

Más de tres cuartas partes de los 193 miembros de la Asamblea General de la ONU respaldaron el mes pasado una iniciativa para exigir un alto el fuego humanitario inmediato.

Los manifestantes del martes en las Naciones Unidas llevaban pancartas que decían "Biden: el mundo dice alto el fuego" y "Biden: deja de vetar la paz".

Recientemente se han visto protestas por el alto el fuego en muchas partes de Estados Unidos, desde cerca de aeropuertos y puentes en Nueva York y Los Ángeles hasta vigilias frente a la Casa Blanca y marchas en Washington cerca del Capitolio.

El lunes, manifestantes que exigían un alto el fuego en Gaza interrumpieron un discurso de Biden en una iglesia de Carolina del Sur. El presidente dijo que había instado a Israel a reducir sus ataques y a "salir significativamente de Gaza".

Los grupos judíos de Estados Unidos se han mostrado divididos sobre la respuesta de Israel al ataque del 7 de octubre de Hamás. El director general de la Liga Antidifamación, Jonathan Greenblatt, ha tachado a los grupos que exigen un alto el fuego en Gaza, como Voz Judía por la Paz, de "grupos de odio" que no representan a la comunidad judía.

El ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre mató a 1.200 personas, según los recuentos israelíes. El posterior asalto de Israel a Gaza ha matado a más de 23.000 palestinos, aproximadamente el 1% de los 2,3 millones de habitantes de la zona, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Los bombardeos israelíes han arrasado gran parte del enclave densamente poblado, dejando a los gazatíes sin hogar y con una escasez de alimentos que amenaza con hambruna.