Los consejeros delegados de los dos mayores bancos de Israel pidieron el viernes al Gobierno que detenga sus muy controvertidos impulsos legislativos para revisar el poder judicial, y advirtieron de las consecuencias económicas en caso de que continúen.

El impulso del gobierno derechista del primer ministro Benjamin Netanyahu para cambiar el sistema judicial ha desatado protestas sin precedentes y advertencias, incluso del gobernador del banco central, de daños a la economía.

Los discursos de los consejeros delegados del Banco Leumi y del Banco Hapoalim, grabados en una carpa de protesta y difundidos por los medios de comunicación israelíes, añadieron más peso a las críticas pocos días antes de que se celebre una votación clave en el Parlamento.

"Los inversores con los que estamos hablando en los últimos meses están muy preocupados por los movimientos unilaterales y su preocupación, y por supuesto la nuestra, por la división que existe en la nación, les está haciendo detener las inversiones y causar un daño que podría ser irreversible y destructivo para la economía de Israel", declaró la consejera delegada de Leumi, Hanan Friedman.

El director general de Hapoalim, Dov Kotler, declaró: "Hacemos un llamamiento desde aquí a los dirigentes del Estado de Israel: paren, hablen y lleguen a acuerdos".

Los defensores de los cambios judiciales dicen que devolverían el equilibrio a los poderes del Estado. Los críticos dicen que eliminarían controles y equilibrios vitales.

Los legisladores tienen previsto votar la próxima semana un proyecto de ley clave que impediría al Tribunal Supremo anular las decisiones del gobierno que considere "irrazonables". (Reportaje de Ari Rabinovitch en Jerusalén Edición de Matthew Lewis)