La libra se mantuvo el lunes dentro de sus rangos recientes frente al euro y el dólar, y repuntó frente al franco suizo, en el inicio de una semana con datos de inflación siempre importantes que seguirán guiando la senda de los tipos de interés del Banco de Inglaterra.

La libra esterlina subió un 0,07% frente al dólar y se situó en 1,2154 dólares, manteniéndose un poco alejada del mínimo de seis meses de principios de octubre de 1,20535. Fue un poco más suave frente al euro, que subió un 0,1% a 86,71 peniques.

Las oscilaciones han sido más drásticas frente al franco suizo, tradicional refugio mundial. La divisa británica subió un 0,23% frente al franco el lunes, tras haber caído casi un 1% el viernes, cuando los inversores se refugiaron en el franco por temor a nuevos acontecimientos en la guerra de Oriente Próximo durante el fin de semana en que los mercados estuvieron cerrados.

La principal publicación macroeconómica de esta semana es el índice de precios al consumo (IPC) británico que se publicará el miércoles, así como los datos de empleo del día anterior.

Los inversores vigilarán de cerca las cifras, ya que la libra esterlina se vio apoyada en la primera mitad de este año por una inflación pegajosa que impulsó las expectativas de que el Banco de Inglaterra (BoE) seguiría subiendo los tipos durante más tiempo que otros bancos centrales.

La libra se ha debilitado en los últimos meses a medida que los mercados recortaban estas expectativas, aunque la valoración del mercado sigue indicando alrededor de un 50% de posibilidades de una nueva subida de tipos de 25 puntos básicos en este ciclo.

La publicación del IPC será "importante para la reunión de noviembre del Banco de Inglaterra, aunque esperamos que siga siendo lo suficientemente suave como para que no sea necesario un nuevo endurecimiento", dijo Paul Robson, jefe de estrategia de divisas del G10 para los mercados NatWest, en una nota a los clientes.

"Las expectativas de tipos altos en el Reino Unido durante más tiempo favorecen a la libra esterlina. Pero seguimos en guardia ante un cambio de los tipos al crecimiento relativo como motor", añadió Robson.

En todo el mundo los mercados son excepcionalmente dependientes de los datos, reaccionando bruscamente a las cifras económicas o de inflación que no se ajustan a las expectativas.

Sin embargo, el economista jefe del Banco de Inglaterra, Huw Pill, declaró en un acto celebrado el lunes que pensaba que los mercados se habían vuelto demasiado cortoplacistas a la hora de considerar el impacto de los datos en los tipos del Banco de Inglaterra.

Pill también dijo que el BoE no debe dar por terminada la lucha contra la elevada inflación simplemente porque el ritmo de crecimiento de los precios se haya ralentizado.

"Aún nos queda trabajo por hacer para volver al 2% (el objetivo del BoE). Y probablemente tengamos trabajo por hacer para asegurarnos de que cuando volvamos al 2%, lo hagamos de una forma que sea sostenible."