El oro al contado se mantenía estable en los 2.061,89 dólares la onza hacia las 10:25 a.m. ET (1525 GMT). Los futuros del oro estadounidense, sin embargo, cedieron un 0,6% hasta los 2.071,10 dólares.
El lingote ha subido hasta ahora un 13% en un año en el que los precios oscilaron entre mínimos cercanos a los 1.800 $ y un máximo histórico de 2.135,40 $.
"2023 ha sido un año muy volátil para el oro, ya que las crisis inesperadas (la crisis bancaria en marzo, el ataque de Hamás a Israel en octubre) desencadenaron fuertes subidas de los precios e impulsaron al oro a nuevos récords", declaró Daniela Corsini, economista de Intesa Sanpaolo.
Los inversores en oro prevén precios récord el año que viene, cuando se espera que los fundamentos de un pivote dovish en los tipos de interés estadounidenses, la persistencia del riesgo geopolítico y las compras de los bancos centrales respalden el mercado.
"Para ver niveles más altos, necesitamos ver una demanda más fuerte por parte de los inversores, como un repunte en las entradas de ETF. Para eso se necesitan unos datos económicos estadounidenses más débiles y una inflación más baja, para que la Fed suene más dovish", dijo Giovanni Staunovo, analista de UBS.
Unos tipos de interés más bajos disminuyen el coste de oportunidad de mantener lingotes sin rendimiento y pesan sobre el dólar.
El índice dólar se encaminaba a una caída de más del 2% en 2023, mientras que los rendimientos de referencia del Tesoro a 10 años languidecían cerca de sus niveles más bajos desde julio.
La plata al contado cayó un 0,4% hasta los 23,83 $ la onza, con lo que registraría un descenso anual del 0,5%.
"Somos positivos respecto a la demanda industrial, a pesar de los riesgos de desaceleración o incluso de una leve recesión en EE.UU.", declaró Philip Newman, director general de Metals Focus, que ve el mercado de la plata deficitario en un futuro previsible.
El platino cayó un 0,1% a 1.001,21 dólares, mientras que el paladio bajó un 2,4% a 1.105,72 dólares. Ambos metales autocatalíticos se encaminaban a un descenso anual, con el paladio en torno al 38%, su mayor caída desde 2008.