El dólar neozelandés cayó y los futuros subieron el lunes después de que una fuerte caída de las expectativas de inflación reforzara las apuestas a una flexibilización de la política monetaria a finales de año, mientras que el australiano también estuvo a la defensiva mientras los operadores se preparaban para una serie de eventos clave esta semana.

El kiwi retrocedió un 0,2% hasta los 0,6009 dólares, tras haber terminado la semana pasada con una subida de sólo un 0,2%. Tiene soporte en torno a los 0,5984 dólares, pero la resistencia se mantuvo fuerte en la media móvil de 200 días de 0,6037 dólares.

Los datos del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda mostraron que las expectativas de inflación en el país cayeron a mínimos de más de dos años en el segundo trimestre, lo que ayudó a equilibrar el mayor impulso de los precios de los alimentos.

Eso calmó los nervios del mercado, con el contrato de diciembre de futuros de letras bancarias subiendo 4 ticks a 94,82. El tipo swap a dos años cayó 3 puntos básicos hasta el 4,9650%.

"El resultado de hoy será una buena noticia para el RBNZ y contribuirá a reforzar las expectativas de que la inflación seguirá retrocediendo a lo largo de este año", declaró Satish Ranchhod, economista jefe de Westpac.

"La gran pregunta para el RBNZ es '¿a qué velocidad descenderá la inflación? ... seguimos pensando que la inflación descenderá más gradualmente de lo que el RBNZ ha supuesto".

Aún así, los mercados han descontado totalmente una primera bajada de tipos por parte del RBNZ en octubre, y se espera que la relajación total sea de 43 puntos básicos este año. Esto contrasta con la ausencia total de relajación de la política por parte del Banco de la Reserva de Australia.

El dólar australiano bajó un 0,1% a 0,6595 dólares, tras terminar la semana pasada un 0,1% por debajo. El Banco de la Reserva de Australia mantuvo estables los tipos de interés la semana pasada, pero no incluyó un sesgo de endurecimiento en sus perspectivas políticas, lo que decepcionó a algunos halcones.

Una encuesta del National Australia Bank mostró que las condiciones empresariales se suavizaron aún más en abril hasta situarse en torno a su media a largo plazo, ya que los elevados tipos de interés enfriaron el aumento del empleo. Las presiones sobre los precios también mostraron nuevos signos de relajación.

Se espera ampliamente que el gobierno registre otro superávit en su presupuesto anual que se publicará el martes, pero la clave para los mercados serán los detalles de la desgravación prevista por el coste de la vida, que ha llevado al Tesoro a pronosticar un descenso más rápido de la inflación.