A las 1100 GMT, la libra subía un 0,07% frente al dólar y se situaba en 1,2706 dólares. El euro caía frente a la libra, retrocediendo un 0,05% hasta los 86,17 peniques.
Las cifras del viernes de la Oficina Nacional de Estadísticas mostraron que la producción económica británica creció un 0,5% en junio, por encima de las expectativas de los economistas en una encuesta de Reuters de un crecimiento del 0,2%.
El dato, más fuerte de lo esperado, aumentó las expectativas de que el Banco de Inglaterra siga subiendo los tipos de interés.
Los operadores esperan ahora los datos salariales y de empleo que se publicarán el martes a las 0600 GMT para saber cuál será el próximo movimiento del banco central.
"Si los datos salariales siguen siendo fuertes, entonces aumentarán los temores de que el Banco de Inglaterra está un poco más lejos de detener el ciclo de endurecimiento. Si los datos salariales son suaves, entonces será lo contrario, por supuesto", dijo Stuart Cole, economista macro jefe de Equiti Capital.
A estos datos les seguirán el miércoles las cifras del IPC, que mostrarán si la inflación británica se está ralentizando como esperaban los analistas.
Según Cole, de Equiti, se espera una gran caída del índice general, pero la clave para el BoE es el índice subyacente, que se prevé que caiga sólo un 0,1%.
"Según las cifras salariales, cualquier fortaleza en la tasa subyacente aumentará las expectativas de una tasa terminal más alta, lo que nos enfrentará de nuevo al mismo dilema para la libra esterlina", dijo Cole.
La semana terminará con las ventas minoristas británicas de julio, en las que los operadores buscarán señales de cómo se está manteniendo el consumo.
Cualquier indicio de que el consumo está flaqueando será negativo para la libra esterlina, dijo Cole. El 3 de agosto, el Banco de Inglaterra subió los tipos de interés por decimocuarta vez desde finales de 2021 para intentar calmar la inflación. Los operadores prevén alrededor de un 81% de probabilidades de una subida de 25 puntos básicos por parte del BoE en su próxima reunión del 21 de septiembre, y alrededor de un 20% de probabilidades de que no haya cambios.
