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El Banco de Japón propuso hoy comprar bonos del Estado japoneses a 10 años de forma urgente e indefinida al 0,25% durante los próximos tres días, después de que su rendimiento alcanzara un máximo de seis años del 0,245%. Esta estrategia pretende frenar una nueva subida de los tipos de interés a largo plazo. Así, el dólar estadounidense ha alcanzado esta mañana los 123,1 yenes, su nivel más fuerte desde el 15 de diciembre de 2015, tras una subida meteórica de casi el 6% en las últimas doce sesiones. Tenga en cuenta que el yen ha bajado más de un 8% frente al dólar desde principios de año.
Estos movimientos pueden explicarse en parte por la divergencia de la política monetaria entre Estados Unidos y Japón. Por un lado, la Reserva Federal se muestra especialmente agresiva y, por otro, el Banco de Japón sigue siendo acomodaticio.
La Fed ha subido los tipos de interés este mes y ha dicho que se producirán nuevos ajustes para frenar la creciente inflación. Mientras tanto, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kkuroda, afirma que la política monetaria se mantendrá sin cambios aunque la inflación aumente. Los operadores se están posicionando para ampliar los diferenciales de los tipos de interés para debilitar la moneda. En menor medida, el desplome de la moneda japonesa también puede explicarse por el aumento de los precios de las materias primas que contribuyen al déficit comercial del país.
El Banco de Japón lo deja pasar
"La reciente mejora del sentimiento de riesgo de los inversores mundiales, el aumento de los rendimientos fuera de Japón y la continua presión al alza de los precios de las materias primas proporcionan un contexto favorable para la debilidad del yen a corto plazo", afirma Lee Hardman, analista de divisas de Mitsubishi UFJ. Cree que las autoridades japonesas no intentarán realmente contrarrestar la debilidad del yen, ya que el gobernador del Banco de Japón sigue considerando la debilidad del yen como algo positivo para la economía japonesa
