El VTB, de propiedad estatal, sufrió pérdidas de 7.700 millones de dólares el año pasado debido a que las sanciones occidentales se cebaron especialmente con el sector financiero ruso. El prestamista es uno de los muchos bancos rusos clave bloqueados ahora en el servicio internacional de mensajería financiera SWIFT.

Los lazos con Irán, desconectado de SWIFT desde 2018, son cada vez más cruciales para Rusia desde que Moscú envió tropas a Ucrania en febrero de 2022.

Los dos países ya han conectado sus sistemas de comunicación y transferencias interbancarias, y Teherán lleva meses planeando aceptar las tarjetas de pago rusas Mir, la alternativa de Moscú a Visa y Mastercard.

"El número de oficinas de representación de bancos extranjeros en los últimos años se redujo de unas 45 a 15, y el VTB es el único banco que ha abierto su oficina durante este periodo", dijo la agencia de noticias semioficial ILNA citando a Alireza Peymanpak, jefe de la Organización de Promoción del Comercio de Irán. "Debido a su presencia activa en las redes bancarias de los destinos de las exportaciones iraníes, como los países de la CEI, India, Vietnam y especialmente China, el VTB contribuirá a atraer los ingresos de las exportaciones y a reducir los costes de las transferencias al extranjero para Irán".

Una fuente familiarizada con el mercado bancario iraní dijo que el VTB ya había abierto cuentas de corresponsalía con bancos iraníes.

El VTB, cuyo director general Andrei Kostin habló de cooperación en una reunión con el embajador de Irán el año pasado, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Mientras tanto, la gobernadora del Banco de Rusia, Elvira Nabiullina, podría visitar Irán en las próximas semanas para reforzar los lazos financieros, según dijo a Reuters otra fuente. El banco central no hizo comentarios de inmediato.

El consejero delegado del prestamista dominante Sberbank, German Gref, también ha hablado de reforzar los lazos con la República Islámica, pero aún no ha entrado en el mercado, dijo otra fuente, mientras que el también prestamista estatal Promsvyazbank, que se centra principalmente en el sector de la defensa, ya está presente en Irán.

Sberbank y Promsvyazbank no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.