Andrei Medvedev, que ya ha hablado anteriormente sobre su tiempo luchando en Ucrania, dijo en uno de varios vídeos publicados en YouTube que había decidido por sí mismo que quería regresar a su país de origen.

El joven de 26 años dijo que se sentía como "una especie de niño en un gran juego" del que ya no quería formar parte.

"Recientemente he decidido que estoy listo para volver a la Federación Rusa. Me he puesto en contacto con la embajada rusa en Oslo para pedir ayuda, para facilitar mi regreso", dijo Medvédev en uno de los cinco vídeos cortos, añadiendo que tomó esta decisión por su cuenta.

Escapó de Rusia a través de su frontera ártica con Noruega en enero. Dijo que cruzó a través de vallas de alambre de espino y evadió a una patrulla fronteriza con perros, oyendo a los guardias rusos disparar mientras corría a través de un bosque y sobre un río helado.

Su historia saltó a los titulares de todo el mundo como un raro ejemplo de alguien que deserta a un país occidental mientras afirma haber luchado para el grupo mercenario Wagner en Ucrania.

En aquel momento, Medvédev dijo que buscaba asilo en Noruega porque temía por su vida tras ser testigo de la matanza y el maltrato de prisioneros rusos reclutados por el grupo mercenario para luchar en Ucrania.

En un vídeo publicado el miércoles dijo que entregaría "mañana" los documentos que creía que facilitarían su regreso.

"Esperaba poder encontrar aquí la paz y la calma, poder dejar atrás toda la política, la guerra y el ejército, pero de alguna manera no lo he conseguido", dijo Medvédev en ruso.

"Ya veremos lo que ocurrirá en Rusia. Si me matan, de acuerdo. Si no lo hacen, muchas gracias. Si vivo, aún más gracias".

Fue condenado en abril por participar en una pelea en un bar de Oslo y por llevar una pistola de aire comprimido.

En aquel momento dijo a Reuters que miraba al futuro, que estudiaba noruego y que esperaba conseguir asilo.

Reuters no pudo ponerse en contacto con Medvedev por teléfono el miércoles.