La causa penal contra Anatoly Maslov, de 76 años, se abrirá en el tribunal de la ciudad de San Petersburgo el 1 de junio, según informó el tribunal en su página web.

Tanto él como dos colegas del mismo instituto siberiano, el Instituto Khristianovich de Mecánica Teórica y Aplicada (ITAM), han sido detenidos bajo sospecha de traición en el último año.

Los tres son especialistas en hipersónica, un campo de importancia clave para el desarrollo de la próxima generación de misiles rusos, capaces de volar a 10 veces la velocidad del sonido.

El caso está marcado como "alto secreto" y estará cerrado a los medios de comunicación y al público, dijo el tribunal. El miércoles, en una vista a puerta cerrada, se prorrogó la detención de Maslov hasta el 10 de noviembre.

Maslov fue detenido el pasado mes de junio en Novosibirsk, la mayor ciudad de Siberia y uno de los principales centros científicos de Rusia. Poco después fue enviado a la prisión de Lefortovo, en Moscú, un antiguo lugar de interrogatorios del KGB.

En San Petersburgo, ha sido internado en la cárcel del servicio de seguridad FSB de la calle Shalernaya, donde en su día fueron recluidos muchos disidentes soviéticos por el KGB, según declaró a Reuters la abogada de Maslov, Olga Dinze.

Se negó a comentar el caso, diciendo que "la situación es extremadamente difícil".

Los detalles de las acusaciones contra los tres hombres son confidenciales, pero el portal de noticias de la ciudad científica donde residen dijo que Maslov era sospechoso de entregar secretos a China.

Dos fuentes han dicho a Reuters que Shiplyuk, director del ITAM, es sospechoso de pasar secretos a China en una conferencia celebrada allí en 2017. Dijeron que él niega la acusación, diciendo que la información en cuestión estaba disponible públicamente en línea.

El ITAM tiene amplios vínculos internacionales, y en su página web dice que está registrado como parte del complejo militar-industrial de Rusia.

Colegas de Maslov, Shiplyuk y Zvegintsev publicaron la semana pasada una carta abierta en su defensa, advirtiendo de que los procesamientos amenazan con dañar la ciencia rusa.

El Kremlin ha dicho que los tres se enfrentan a "acusaciones muy graves". El mes pasado, el parlamento ruso votó a favor de aumentar la pena máxima por traición a cadena perpetua, desde los 20 años.