"Las sanciones contra Rusia y el apoyo a Ucrania serán una prioridad máxima en la vía financiera del G7 bajo la presidencia de Japón", declaró en una entrevista Kanda, que supervisará este año las negociaciones a nivel adjunto sobre política económica entre las naciones del Grupo de los Siete (G7).

Entre otras cuestiones que ocuparían un lugar destacado en la agenda del G7 estarían los problemas de la deuda mundial, dijo.

Mientras que las agresivas subidas de los tipos de interés estadounidenses del año pasado pesaron sobre la deuda denominada en dólares de los mercados emergentes, los países de renta media se han quedado sin un acuerdo internacional para abordar la crisis de la deuda.

"Japón se está coordinando estrechamente con órganos internacionales como el Club de París o el FMI para garantizar la participación de los países que no son miembros del Club de París, como China e India", declaró Kanda a última hora del miércoles.

"Es deseable trabajar con estos países que no pertenecen al Club de París del mismo modo que con el Marco Común", dijo, refiriéndose a un mecanismo del Grupo de los 20 diseñado para proporcionar una revisión rápida y completa de la deuda a las naciones que se hunden bajo las cargas de la deuda tras el choque de la COVID-19.

"Si esto se lleva a cabo, allanaría el camino para que otros países de renta media lleven a cabo la reestructuración de la deuda".

Kanda declaró que Sri Lanka, golpeada por la crisis, era una cuestión clave a la hora de ayudar a los países endeudados, pero no estaba seguro de cuándo se reunirían los acreedores que pretenden concederle préstamos.