Holanda conmemoró a las 298 víctimas del vuelo MH17 derribado sobre Ucrania hace 10 años con una ceremonia a la que asistieron los deudos y representantes de Malasia, Australia, Reino Unido, Bélgica y Ucrania.

El vuelo MH17 de Malaysian Airlines procedente de Ámsterdam y con destino a Kuala Lumpur fue derribado sobre el este de Ucrania el 17 de julio de 2014, mientras se libraban combates entre los separatistas prorrusos y las fuerzas ucranianas, precursores de la invasión rusa de Ucrania.

Todos los pasajeros y la tripulación a bordo, incluidos 196 ciudadanos holandeses, murieron, quedando los restos del avión y los restos de las víctimas esparcidos por campos de maíz y girasoles.

Durante la ceremonia, que tuvo lugar en el monumento al MH17 en el pueblo de Vijfhuizen, cerca de Ámsterdam, los seres queridos leyeron en voz alta los nombres de todas las víctimas.

Mark Rutte, que era primer ministro cuando ocurrió la catástrofe y crítico de Putin desde entonces, recibió agradecimientos y aplausos por sus esfuerzos durante su mandato.

Basándose en una investigación internacional, un tribunal holandés declaró en 2022 que no había duda de que el avión fue derribado por un sistema de misiles ruso y que Rusia tenía el "control general" sobre las fuerzas de la República Popular de Donetsk, en el este de Ucrania, desde mediados de mayo de 2014.

El tribunal condenó en rebeldía a dos antiguos agentes de inteligencia rusos y a un líder separatista ucraniano por asesinato por su papel en el transporte a Ucrania del sistema militar ruso de misiles BUK que se utilizó para derribar el avión.

"La justicia requiere un largo, largo aliento", declaró el primer ministro Dick Schoof, que asumió el cargo a principios de este mes, y añadió que "una condena no es lo mismo que tener a alguien entre rejas".

Moscú niega cualquier implicación o responsabilidad en el derribo del MH17 y en 2014 también negó cualquier presencia en Ucrania, pero el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, pidió el martes a Rusia que acepte finalmente su responsabilidad.

"Las pruebas presentadas dejan meridianamente claro que el sistema de misiles tierra-aire BUK utilizado para derribar el vuelo MH17 pertenecía sin lugar a dudas a las fuerzas armadas de la Federación Rusa", declaró Borrell.

"Ninguna operación de desinformación rusa puede desviar la atención de estos hechos básicos, establecidos por un tribunal de justicia".