Un vistazo a la jornada en los mercados asiáticos de la mano de Jamie McGeever, columnista de mercados financieros.

Los mercados asiáticos abrirán el martes a la defensiva, presionados por las preocupaciones sobre la inflación y los tipos de interés "más altos durante más tiempo" a nivel mundial más que por las secuelas del breve levantamiento de los mercenarios rusos contra el Kremlin.

Wall Street cerró en rojo el lunes -el Nasdaq cedió más de un 1% por tercer día bursátil en cuatro- y la inversión de la curva de rendimientos estadounidense se aceleró hasta niveles casi históricos.

Pero la inflación y las preocupaciones políticas están impulsando el sentimiento más que los temores geopolíticos. Las subidas del lunes en activos tradicionalmente "refugio" como el oro, los bonos, el yen, el franco suizo y el dólar estadounidense fueron pequeñas, en algunos casos insignificantes.

El Banco de Pagos Internacionales pidió el domingo más subidas de tipos, advirtiendo de que la economía mundial se encuentra en un momento crucial en la lucha contra la inflación. Gita Gopinath, del Fondo Monetario Internacional, dijo el lunes que los inversores pueden ser demasiado optimistas sobre la velocidad y el coste de domar la inflación.

Sin grandes indicadores económicos asiáticos, decisiones políticas o discursos de los responsables políticos programados para el martes, los inversores probablemente retomarán la actividad desde donde la dejaron los mercados estadounidenses el lunes.

La curva de rendimiento estadounidense a 2 años/10 años se invirtió aún más el lunes, hasta 104 puntos básicos, lo que la sitúa a sólo 6 puntos básicos de la inversión histórica de 110 puntos básicos inmediatamente después de la crisis bancaria regional estadounidense de marzo.

Una curva invertida ha precedido a todas las recesiones estadounidenses del último medio siglo. ¿Esta vez es diferente? De momento, parece que sí, aunque un documento de la Fed del viernes concluía que la política restrictiva "puede contribuir a una marcada desaceleración de la inversión y el empleo a corto plazo".

Mientras tanto, en el mundo empresarial, Japón está intensificando sus esfuerzos para reforzar su industria de chips, y el lunes un fondo respaldado por el gobierno acordó la compra del fabricante de materiales para semiconductores JSR Corp por unos 6.400 millones de dólares.

El movimiento de Japan Investment Corp (JIC), supervisado por el ministerio de comercio, es el último de una serie de pasos cada vez más gubernamentales para intentar recuperar el liderazgo de Japón en la producción de chips avanzados y mantener su ventaja como fabricante de materiales y herramientas utilizados en su fabricación.

También refleja una batalla más amplia en todo el continente, a medida que los países intentan impulsar su presencia en el sector tecnológico, en rápida evolución, especialmente la inteligencia artificial (IA), y ejercer el control sobre sus cadenas de suministro.

Una parte clave de esta carrera son los tipos de cambio. En igualdad de condiciones, una moneda más barata tiene más probabilidades de atraer la inversión extranjera y las entradas de capital, e impulsar las exportaciones.

Los movimientos de divisas intraasiáticos son cruciales, pero desde una perspectiva global el yen japonés se ha debilitado frente al dólar en lo que va de año mucho más que sus homólogos regionales.

Estos son los acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el martes:

- Confianza del consumidor estadounidense (junio)

- Inflación del IPC en Canadá (mayo)

- BCE, reunión mundial de responsables políticos en Sintra, Portugal