La Comisión Europea pidió el martes a los países de la UE que aporten más dinero en efectivo a las arcas comunes del bloque a través de una nueva fuente de ingresos específica calculada sobre la base de los beneficios de las empresas que operan en cada uno de ellos.

El llamamiento se produce mientras el ejecutivo revisa el presupuesto a largo plazo de la Unión Europea, que asciende a cerca del 1% del PIB del bloque, de 16 billones de euros (17,5 billones de dólares), y sufraga diversas políticas europeas conjuntas.

La revisión presupuestaria es necesaria para tener en cuenta en el presupuesto compartido de 2021-27 los efectos de la pandemia mundial de COVID-19, la invasión rusa de Ucrania, la crisis energética, la inflación galopante y las fuertes subidas de los tipos de interés.

"No se trata de un impuesto sobre las empresas, ni aumenta los costes de cumplimiento de las empresas. Será una contribución nacional pagada por los Estados miembros basada en el excedente bruto de explotación de los sectores de las sociedades financieras y no financieras", declaró la Comisión.

El fuerte encarecimiento del crédito, que aumentó cuando los tipos del Banco Central Europeo pasaron de negativos al 3,5% en menos de un año, significa que los costes de servicio del empréstito de la UE de 800.000 millones de euros para el plan de recuperación tras la pandemia casi se han duplicado hasta alcanzar los 30.000 millones de euros.

La Comisión propuso que el 0,5% de la base teórica de beneficios de las empresas de la UE, un indicador calculado por Eurostat a partir de las estadísticas de las cuentas nacionales, sea enviado por los gobiernos de la UE a las arcas del bloque de los 27.

El Ejecutivo comunitario calcula que esa contribución de los gobiernos proporcionaría unos ingresos a partir del próximo año de unos 16.000 millones de euros anuales a precios de 2018.

La Comisión ya había propuesto en diciembre de 2021 tres nuevas fuentes de ingresos para la UE con el fin de contribuir al pago del plan conjunto de recuperación tras la pandemia.

Se trataba de una parte de los ingresos que los gobiernos obtienen del Sistema de Comercio de Emisiones (ETS), un gravamen sobre las importaciones de países con normas de emisiones inferiores a las de la UE y de un impuesto sobre las mayores corporaciones del mundo acordado por la OCDE.

El martes, la Comisión propuso que los gobiernos de la UE transfieran a la UE una porción mayor -un 30% en lugar de un 25%- de sus ingresos procedentes del ETS que la propuesta originalmente.

Esto generaría 7.000 millones de euros adicionales al año para la UE a partir de 2024, según la Comisión.

Otros 1.500 millones de euros anuales de ingresos adicionales se generarían si los gobiernos aceptaran un ajuste en el gravamen sobre las mercancías importadas de países con normas de emisiones menos estrictas, denominado Mecanismo de Ajuste en la Frontera del Carbono. (1 dólar = 0,9174 euros) (Reportaje de Jan Strupczewski; Edición de Alexander Smith)