La industria automovilística rusa había dependido en gran medida de las inversiones, el equipamiento y las piezas procedentes del extranjero y se vio muy afectada por las consecuencias de las sanciones occidentales por el conflicto de Ucrania.
Las ventas de coches nuevos cayeron un 59% el año pasado y muchos fabricantes de automóviles extranjeros se retiraron por completo del mercado ruso.
Autostat, citando datos de su consultora asociada PPK, dijo que en junio se vendieron 82.407 vehículos, por encima de los 72.171 de mayo, pero en comparación con los míseros 32.731 de junio de 2022.
La rusa Lada mantuvo el primer puesto del mercado nacional en junio y aumentó su cuota de mercado en el primer semestre del año hasta el 33,5% desde el 20,8% de 2022.
El fabricante de Lada, Avtovaz, declaró que sus ventas en junio se habían multiplicado casi por cuatro en comparación con las de hace un año.
Seis de las 10 primeras marcas por cuota de mercado son fabricantes de automóviles chinos, como Haval, Chery y Geely , que siguen llenando el vacío dejado por la marcha de las firmas occidentales. (Reportaje de Gleb Stolyarov; Redacción de Alexander Marrow; Edición de Alex Richardson, Robert Birsel)
