Los vehículos militares rusos en Ucrania están marcados de forma prominente con la carta, y ha comenzado a aparecer en los medios sociales y en la ropa en otros lugares en apoyo de la guerra.

El Parlamento de Letonia dijo que la exhibición de la letra con la intención de justificar la agresión militar y los crímenes de guerra sería castigada bajo las nuevas normas con multas de hasta 350 euros (388 dólares) para los individuos y hasta 2.900 euros (3.214 dólares) para las empresas.

Una vez que se convierta en ley, la nueva legislación también se aplicará a la letra "V", también utilizada por el ministerio de defensa ruso en relación con la guerra.

"Condenando las hostilidades de Rusia en Ucrania, debemos adoptar una postura firme para que los símbolos que glorifican la agresión militar rusa, como las letras "Z", "V" u otros símbolos utilizados con este fin, no tengan cabida en los actos públicos", declaró el presidente de la comisión parlamentaria de Derechos Humanos, Artuss Kaimins.

El presidente ruso Vladimir Putin envió sus tropas a Ucrania en lo que él llama una "operación militar especial" para desmilitarizar y "desnazificar" Ucrania. Ucrania y Occidente dicen que Putin lanzó una guerra de agresión no provocada.

El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, pidió el martes la prohibición universal del uso político de la letra "Z", diciendo que significaba "crímenes de guerra rusos, ciudades bombardeadas, miles de ucranianos asesinados".

El Ministerio de Defensa ruso ha publicado en las redes sociales que la "Z" representa una frase que significa "para la victoria" y la "V" las frases "la verdad es la fuerza" o "la tarea se completará".

Ninguna de las dos letras existe en el alfabeto ruso.

En una medida destinada a afectar a las marchas anuales en Riga, la capital letona, el 9 de mayo, cuando Rusia celebra la victoria en la Segunda Guerra Mundial, el Parlamento letón también votó el jueves la prohibición de actos públicos a menos de 200 metros de los monumentos de guerra soviéticos.

Decenas de miles de personas acuden cada año a un obelisco de 79 metros de altura construido por los soviéticos en la capital, Riga, para asistir a actos a los que asiste el embajador de Rusia, pero que son rechazados por los principales dirigentes de Letonia. Alrededor de una cuarta parte de la población de Letonia es étnicamente rusa.

Letonia, junto con sus vecinos Estonia y Lituania, sostiene que Rusia utilizó la victoria sobre la Alemania nazi para incorporar por la fuerza la región a la Unión Soviética.

"El 9 de mayo es una festividad en el país agresor, Rusia. No es una festividad letona. Celebrarlo significa apoyar el crimen internacional", tuiteó la semana pasada el presidente Eglis Levits.

(1 dólar = 0,9024 euros)