Reuters informó este mes de que SpaceX está construyendo una red de cientos de satélites espía en virtud de un contrato clasificado con una agencia de inteligencia estadounidense, lo que demuestra la profundización de los lazos entre la compañía espacial de Elon Musk y las agencias de seguridad nacional.

"Somos conscientes de los esfuerzos de Washington para atraer al sector privado al servicio de sus ambiciones espaciales militares", declaró a la prensa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova.

Tales sistemas "se convierten en un objetivo legítimo de medidas de represalia, incluidas las militares", dijo Zakharova.