La violencia estalló después de que las autoridades kosovares instalaran a alcaldes de etnia albanesa en los cargos de los municipios del norte tras ser elegidos con una participación de sólo el 3,5% después de que los serbios, que son mayoría en la región, boicotearan los comicios locales.

Los enfrentamientos hirieron a 30 miembros de la fuerza de mantenimiento de la paz de la OTAN conocida como KFOR, así como a 52 manifestantes serbios.

"Alrededor de 500 militares de la 65ª Brigada de Infantería Mecanizada de Turquía constituirán el grueso de los refuerzos", declaró en un tuit la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu.

La OTAN decidió desplegar 700 efectivos de mantenimiento de la paz adicionales en Kosovo, reforzando el contingente de 4.000 soldados, en respuesta a la crisis y el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, dijo el jueves que estaba dispuesta a enviar más.

"La OTAN permanecerá vigilante. Estaremos allí para garantizar un entorno seguro y protegido, y también para calmar y reducir las tensiones", declaró a los periodistas al margen de una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en Oslo.

La KFOR se creó tras un levantamiento en 1998-99 de la mayoría étnica albanesa contra el régimen represivo serbio. Kosovo obtuvo la independencia reconocida internacionalmente en 2008, pero Serbia la rechazó y los serbios del norte del país buscan la autonomía para su región en virtud de un acuerdo de 2013 que no se ha aplicado.